Si Mónica Lorente y su equipo quiere buscar culpables a la pérdida de la mayoría absoluta en Orihuela no lo debería buscar en la costa, tal y como declaró la aún regidora el pasado domingo después de cerrarse el escrutinio porque allí ha subido un 31,9%, pasando de 429 a 681 votos -"a mi juicio, hay dos mesas que han sido determinantes, ambas con un censo muy alto y situadas en Orihuela Costa: El Ayuntamiento de Playa Flamenca y el Centro Cívico Alameda del Mar"-. La realidad es que los sufragios los ha perdido dentro del propio PP, en lo que muchos aseguran ha sido un voto de castigo que ha llegado, principalmente, de las pedanías, el principal y fiel granero hasta ahora del partido.

Y es una evidencia porque se da la paradoja de que Lorente ha perdido la mayoría absoluta pese a subir en votos y en porcentaje, pero no en todos los lugares. Eso era algo que debía esperar porque hace algunos meses un total de 15 expedáneos (que lo fueron con José Manuel Medina) incendiaron el partido tras enviar una carta a la dirección nacional en la que advertían de que las cosas seguían sin ir bien -Camps había sumado en 2007 13% más de votantes que Lorente en Orihuela- y se referían, sin ambages, a "la actual situación de desconfianza hacia el equipo de gobierno como consecuencia de los supuestos casos de corrupción". Lorente y su equipo no escuchó a nadie y restó importancia; de hecho, su campaña ha estado dirigida por dos de las personas que más critican estos expedáneos: el concejal Manuel Abadía y su jefe de gabinete y también de campaña, Pedro Meseguer.

Cuatro meses después, Lorente se ha quedado en 12 concejales (13 era la mayoría) por 393 votos, prácticamente lo que ha perdido en dos pedanías tan significativas para el partido como son San Bartolomé y La Matanza. Y eso que en la primera de ellas se ha desvivido con la inauguración de un auditorio que es de los mejores proyectos de la legislatura; pero también es cierto que allí vive Eva Ortiz, la edil campista a la que repudió para que entrara en la lista de estas municipales. Consecuencia, en San Bartolomé ha caído de 970 a 826 votos (15%) y en La Matanza de 506 a 342 (32%), pero es que el voto de castigo de las pedanías ha sido constante, aunque en menor medida. En el Escorratel, 38 votos menos (pedanía donde construyó una plaza que le ha costado estar imputada con parte de su equipo de gobierno por licitar las obras después de inaugurada); en Media Legua, 44 votos; en La Campaneta, 29; en el Raiguero de Poniente, 23; en La Aparecida, 27; en El Raiguero, 69; en Arneva, 33; y en Correntías, 17. Sólo de haber repetido los resultados de 2007, Lorente tendría la mayoría absoluta en Orihuela.

Pero también hay pedanías en las que ha subido, lo que no ha sido suficiente para ganar. El caso más significativo es, cómo no, La Murada -donde tiene su sede el vertedero del empresario Fenoll- y pedanía en la que ha sumado 297 sufragios más.

¿A dónde han ido a parar los votos del PP en estas partidas? Primordialmente, a CLr, lo que tampoco es casualidad. La formación liberal, cuyo líder Pedro Mancebo, admite que se nutre de los votos de los descontentos del Partido Popular, ha multiplicado cifras: 194 votos más en San Bartolomé; 18 en La Campaneta; 49 en El Escorratel; 26 en el Raiguero de Poniente; 42 en La Aparecida; 22 en Las Norias; 27 en Desamparados; 19 en el Camino Beniel; 49 en Arneva; 15 en Hurchillo; y 23 en Correntías. Cifras más modestas, pero siempre positivas, que unidas a las del partido Claro de Orihuela-Costa le han permitido pasar de 1 a 4 concejales y, en definitiva, tener la llave de la Alcaldía.

El PSOE se salvó en las pedanías, la ciudad dio 2.000 apoyos a CLr y LV se llevó el último edil

Los resultados por zonas en la ciudad son harto significativos. El PSOE se salvó del desastre nacional -subió 600 votos, aunque perdió un concejal- gracias a la campaña que por primera vez llevó a las pedanías. En el partido se asegura que este esfuerzo -contranatura si se tiene en cuenta que sigue siendo la gente de las partidas la más fiel al PP- probablemente haya costado votos en el casco urbano y, especialmente, en la costa, donde se tenía esperanzas de crecer y no ha sido así. En ambos sitios parece estancado.

CLr encontró muchos apoyos en el casco urbano, probablemente, votos que hubieran ido a parar al PP en otras condiciones. A Mancebo lo han respaldado 2.000 sufragios en el casco urbano y, gracias a Claro, ha sacado el 40% del total de sufragios en la costa, duplicando al PSOE (1383 por 744).

Por último, Los Verdes ha mantenido el tercer concejal, algo que analizando los resultados se puede considerar más que suficiente, ya que éste fue el último edil de los 25 que se adjudicó la jornada del pasado domingo. Se da la curiosa circunstancia de que Los Verdes, de haber obtenido 93 votos menos (lograron 3.495) se habrían quedado en dos ediles y, curiosamente, le habría dado la mayoría absoluta al Partido Popular M. A.