A pesar de los millones y millones de euros que cada año invierte la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en el mantenimiento del río, los oriolanos se han resignado a ver cómo a su paso por Orihuela el cauce queda apenas en unos palmos de agua prácticamente estancada, con vegetación creciendo sin control en algunos tramos y emanando malos olores casi permanentemente.

En Orihuela, el Segura no es un río que parezca rebosar vida, y aunque a la altura del Puente Nuevo se ven desde hace unas semanas dos o tres patos, lo cierto es que a su salida del casco urbano los peces se quedan atrapados en tramos de agua muy poco profundos y en muchos casos mueren compartiendo espacio con botellas de plástico, tablones de madera y objetos de lo más insospechado.

Ayer sin ir más lejos, entre la pasarela peatonal que une las calles Gabriel Sijé y Los Arcos y el Puente del Rey se podía ver a varios peces bañados por apenas tres dedos de agua y tratando sin éxito de llegar a tramos de mayor profundidad.

Es en ese mismo sector, y sobre todo del Puente del Rey en adelante siguiendo el cauce, donde más vegetación descontrolada se puede ver, hasta el punto de que supera los dos metros de altura y los márgenes del río acumulan lodos y tierras que ganan terreno al agua desde hace años.

A la altura del Puente de Levante o Puente Nuevo, donde están las tomas de las acequias Vieja de Callosa y de Almoradí, el agua está prácticamente estancada y se acumulan basuras de todo tipo desde hace meses. De ahí en adelante la corriente parece inmóvil.

Así, aunque los márgenes del río son un lugar de paseo habitual para los oriolanos y se ha tratado de ofrecer un tramo de esparcimiento en paralelo al Segura que vertebre la ciudad, lo cierto es que el aspecto que ofrece el cauce dista mucho de ser el de un río sano.

Ayer una pala limpiaba los márgenes del río empujando el cieno hacia el propio cauce, removiendo hedores y dándole al agua un color negruzco y un aspecto turbio.

Más agua embalsada que hace un año

El fino hilo de agua que corre por el Segura en Orihuela no tiene nada que ver con la excelente situación de sus embalses, que en estos momentos están al 72% de su capacidad y almacenan 826 hectómetros cúbicos, 36 más que hace un año.

Según datos de la Confederación Hidrográfica del Segura, el pantano que más agua tiene es el del Cenajo, con 373 hectómetros embalsados (sobre una capacidad de 437), lo que supone el 85%; le sigue el de Fuensanta, con 172 hectómetros (sobre 210), lo que lo coloca al 82% de su capacidad; y el de La Pedrera, con 163 hectómetros cúbicos, un 66%.