"Prometer el oro y el moro", o "prometer hasta meter", son expresiones que encajarían a la perfección con lo que están haciendo estos días los partidos políticos en todos los municipios, también en Orihuela. Y todo sin explicar en ningún momento de dónde saldrá el dinero para abordar tan ambiciosas aspiraciones, porque todas las formaciones políticas prometen más bonificaciones de tasas municipales, más ayudas para pagar facturas a las familias numerosas, de rentas bajas, a los jóvenes, a los estudiantes, y más "bono-guardería", "bono-taxi", "bono-libro"...

Aunque sus programas electorales se titulan 2011-2015, en muchos casos se avanzan proyectos que no podrán estar acabados -y previsiblemente ni siquiera iniciados- en los cuatro años que dura el mandato, como el área de sector terciario con discoteca incluida que proyecta el PP en la zona de expansión que quedará al otro lado de las vías del Ave (la alta velocidad no pasará por Orihuela hasta 2014, según promesa muy optimista) o el gran bulevar sobre el trazado del ferrocarril que imagina el PSOE.

También hay ideas que ya se oyeron en 2007 (la construcción del Centro de Salud del Rabaloche, el nuevo Parque de Bomberos, la remodelación de la Plaza de Toros o la ampliación de centros escolares para acabar con los barracones) y otras que están en todos los programas (reforzar la plantilla de la Policía, habilitar vías ciclistas, eliminar barreras arquitectónicas...). Pero sobre todo, por encima de todo, la estrella de la campaña electoral 2011 es el paro: Promover la contratación con brigadas municipales, los planes de ayuda a empresas y la formación continua se presentan como grandes soluciones a un mal que padecen más de 7.000 personas en Orihuela.

Hay otro sector de promesas electorales muy difíciles de cumplir porque no son competencia de la administración local. Sería el caso del Parador en el Seminario de San Miguel que propone el PSOE (de momento la Diócesis no lo vende), la vía férrea que quiere llevar hasta Torrevieja Centro Liberal Renovador (tendrá que pedírselo al Ministerio de Fomento), el nuevo Parque de Bomberos que defiende el PP (tendrá que construirlo el Consorcio) o una sede del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración que exigirá Los Verdes (depende del Consell).

También hay mucha paja, sobre todo cuando las promesas empiezan por "fomentar", "impulsar", "incentivar" o "promover". Después de estos verbos puede ir cualquier cosa (el alquiler para jóvenes, el asociacionismo, la participación ciudadana...), aunque dentro de cuatro años a quien sea que esté en la Alcaldía será difícil reprocharle que no "fomentó" lo que prometió.

En cualquier caso, sin perder de vista la conocida frase de Anguita "programa, programa, programa", aún quedan unos días para echar un vistazo a los folletos -que también están llenos de ideas muy interesantes- antes de ir a votar.