Juan Cotino, conseller de Medio Ambiente de la Generalitat tiene sobre su mesa el documento que puede hacer realidad la creación del Parque Natural de la Dehesa de Campoamor y Sierra Escalona desde hace meses. Sólo hace falta su firma para validar un proyecto que inició su antecesor en el cargo, Esteban González Pons, prosiguió el fallecido José Ramón García Antón y que en septiembre cumplirá, nada más y nada menos, que cinco años de tramitación. Los colectivos conservacionistas que impulsan desde 2001 la creación del parque englobados, primero en torno a la Plataforma de Amigos de Sierra Escalona (ASE) y, después, en asociación, temen que el único criterio que esté frenando la voluntad política inicial de la Generalitat de constituir el parque sea el de los intereses de un reducido grupo de propietarios de suelo, junto a la pedanía oriolana de Torremendo, que tenían grandes expectativas urbanísticas en la zona y que fueron incluidos en el ámbito de protección del parque natural.

Las previsiones de la administración autonómica son que el parque cuente con cinco mil hectáreas y otras tres mil en su área de protección y amortiguación de impactos en un área natural única en Europa por su gran población de aves rapaces. Los ecologistas reclaman protección para un total de diez mil hectáreas. La Conselleria de Medio Ambiente aseguraba ayer que el parque natural no se ha aprobado porque el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) "está en trámite". ASE mantiene que la firma para la declaración del parque natural y la aprobación del PORN van emparejadas y ésta última está terminada, puesto que el grueso del documento se redactó en 2007. "Una vez haya voluntad política para crear el parque todo se aprueba en un mismo paquete", tal y como ha sucedido en otros casos. Medio Ambiente mantiene además que Sierra Escalona y Dehesa de Campoamor disfrutan, mientras tanto, de la protección que le otorga figuras como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Ahora todas las herramientas necesarias para gestionar el parque están preparadas. Incluso se ha realizado la memoria económica que justifica los gastos derivados de su puesta en marcha y que no suponen una gran inversión, como la designación de un director conservador, los agentes ambientales o los gastos previstos para la adquisición futura de un inmueble como centro de interpretación del parque. Nada que no pueda asumir la Conselleria de Medio Ambiente si el objetivo último es el de proteger este enclave, reitera ASE. Y es que la Generalitat comenzó los trámites para salvaguardar la sierra y la dehesa mediante una orden y un acuerdo publicados en el Diario Oficial de la Comunidad el 11 de septiembre de 2006. En aquel momento el acuerdo se vendió como una apuesta de la Generalitat por la protección de un espacio singular, cuando arreciaban las denuncias por abusos urbanísticos en la Comunidad y en un enclave atenazado por la presión urbanística en pleno boom inmobiliario de municipios como Orihuela, Pilar del Horadada o San Miguel de Salinas.

Contradictoria

De hecho, la Generalitat ha llevado a cabo una política contradictoria en cuanto a esos desarrollos urbanísticos. Recortó las pretensiones del Plan General de Ordenación Urbana en San Miguel de Salinas, que afectaban de lleno a Sierra Escalona, y al tiempo permitió que se aprobara el PAU 21 en Orihuela, situado en el corazón de la sierra en el que se ha ejecutado un campo de golf y se está levantando, aunque a ritmo más lento del previsto, una urbanización de lujo con dos mil viviendas sobre más de tres millones y medio de metros cuadrados.

Colaboración entre

los ecologistas y propietarios de suelo

Amigos de Sierra Escalona, que cuenta con 120 socios, ha llegado a acuerdos con varios propietarios de suelo en las zonas incluidas en el parque natural. El colectivo conservacionista ofrece a los titulares de esos suelos agrícolas asesoramiento sobre la gestión de sus terrenos y los usos permitidos, según la legislación. Además aporta información sobre las ayudas públicas de compensación disponibles para su mantenimiento.

El terreno es el principal patrimonio de muchos de los vecinos de la zona que abarca el parque natural. Para muchos la creación del parque ha sido interpretada como una amenaza. Sin embargo otros han entendido que se permiten los aprovechamientos que históricamente han tenido, es decir, los agrícolas de secano. A cambio de ese asesoramiento los propietarios se comprometen a preservar ambientalmente sus fincas bajo las indicaciones de los miembros de ASE, que cuenta en sus filas con expertos y técnicos ambientales.

Este tipo de acuerdos ya suman más de noventa hectáreas en el paraje natural. Casi todos son terrenos que denominados de mosaico; es decir, son fincas con presencia combinada de masa forestal, matorral mediterráneo y bancales de cultivos de secano tradicionales de esta zona como el almendro y que son las que han convertido a Sierra Escalona en el mejor espacio de caza para las rapaces por la proliferación de conejos. ASE ha convocado periódicamente a los vecinos de la comarca a realizar marchas reivindicativas para que el Consell no se olvide de Sierra Escalona.