La apuesta de la Concejalía de Comercio por dinamizar el mercado de abastos de Torrevieja, conocido popularmente como La Plasa, ha tenido una acogida ínfima. Se ofrecía por subasta la concesión de 25 puestos vacantes, de los cuarenta que tiene el recinto. De momento este mercado sólo contará con una nueva actividad mientras que cuatro de los comerciantes que tienen sus negocios allí han entrado a la subasta para ampliarlos, según confirmó ayer la asociación de comerciantes de La Plasa. Todo pese a la campaña de renovación de imagen iniciada hace más de dos años por el Ayuntamiento para atraer compras y convertir el mercado, situado en la mejor manzana comercial de la ciudad, en una oferta de productos frescos y tradicionales más atractiva.

Los comerciantes que han licitado no sólo lo han hecho para ampliar y diversificar su negocio. También han aprovechado la oportunidad de ocupar espacios junto a los suyos vacantes para hacerse con ellos a un precio de arrendamiento muy ventajoso y evitar así actividades que entraran en competencia con las suyas.

El Ayuntamiento anunció en noviembre pasado el proceso de subasta de los puestos que ha culminado ahora. La parada más cara tenía un precio de salida de 1.400 euros y la más barata de 508 euros. Como ejemplo medio un puesto de 8 metros cuadrados podría salir a un precio de licitación de 1.236 euros al que hay que sumarle un discreto canon anual de 12 euros al mes por metro cuadrado. Un precio muy competitivo en una zona en la que algunos locales no bajan de los 1.500 euros de alquiler mensual. Comercio esperaba varias ofertas por cada puesto vacante pero al final sólo se presentaron 12 y de ellas sólo han prosperado cinco, según las mismas fuentes.

El Ayuntamiento ha realizado varias inversiones en un edificio levantado en 1995 sobre el anterior y que arquitectónicamente echó por tierra todo el bagaje costumbrista y tradicional que este tipo de mercados sí aprovechan en otras grandes ciudades. Se instalaron puertas automáticas, mejoró la iluminación, los accesos para personas con movilidad reducida, las indicaciones y dio uniformidad al aspecto exterior, ha abierto a las redes sociales su oferta y organiza todos los sábados una actividad que se ha convertido en una cita popular entre los amantes de la gastronomía: "La Cocina de La Plasa".

La asociación de placeros ha colaborado difundiendo la imagen e impulsado sorteos entre los compradores y estudia la distribución de bolsas con su imagen. El mercado de abastos es conocido por ofrecer la mejor oferta de pescado fresco de la ciudad.

Asignatura pendiente

La asignatura pendiente de La Plasa son las tres plantas superiores que están abandonadas a excepción de un único negocio. El empresario Urbano Rubio realizó el edificio en 1995 a cambio de explotarlo por concesión municipal con numerosas denuncias por irregularidades. El alcalde Pedro Hernández asegura que la concesión "no se puede rescatar".