El peso del campo y la huerta y la actividad agrícola es todavía patente en la Vega Baja y tiene también todavía su reflejo en la tradición religiosa. La advocación en honor a San Isidro se celebraba ayer en numerosas poblaciones de la comarca como Pilar de la Horadada, San Isidro, Rojales y varios núcleos del término municipal de Orihuela: Torremendo, Virgen del Camino y el barrio de San Isidro en el casco urbano de la ciudad. Quizá una de las más singulares las celebraciones sea esta última.

Cientos de vecinos del barrio de la ladera de la sierra bajan a su patrón al centro de la ciudad "bailándolo" al son de la música más popular de charanga tras una misa de campaña. En otra expresión muy peculiar del fervor popular en esta misma romería, a la altura del santuario de Monserrate, ya de regreso al barrio, un conocido bar de la zona, recibe con "polos de hielo" como ofrenda que son recogidos por los asistentes.

Algo que se mantiene desde los años cuarenta y que tiene un origen difuso, vinculado, eso sí al calor que ya azota por estas fechas en Orihuela, aunque ayer no fue así. Por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento no permitió a la comitiva realizar la "vuelta a los puentes" por el centro de la ciudad.

El Recorral

Cientos de personas pasaron el día en la zona de acampada del Recorral. Partieron a las ocho de la mañana en romería desde la iglesia parroquial. La de ayer era la XXX edición de esta tradición recuperada en la que se recorren varios kilómetros hasta alcanzar las lomas (ahora una macrourbanización) de Ciudad Quesada y alcanzar la pinada del Recorral donde muchos vecinos disfrutaron de una jornada de campo pese al viento de levante y el fresco primaveral que dejó algunas gotas en muchos enclaves de la comarca.

Durante la tarde, como novedad ideada por la comisión de fiestas, se recuperaron juegos tradicionales para los más pequeños como "el abejorro, la botella ciega o el apargate". Además, desde hace dos semanas, se puede disfrutar de una exposición de carteles, fotografías y programas de mano que repasan la historia de esta romería y la monografía de cuarenta páginas sobre su historia, que ha sido elaborada por José González.

A estas romerías se sumaron los actos celebrados en San Isidro, la pedanía que comparten Callosa de Segura y Orihuela en Virgen del Camino, o Torremendo, donde se mantiene, al contrario que en el resto de la comarca, una importante actividad agrícola de secano. En Pilar de la Horadada los romeros disfrutaron de un refrigerio tras partir del Instituto Thiar al barrio de la Cañada de Praes.