La ocasión era perfecta para anunciarlo. La alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, escogió la inauguración del Museo de la Fundación Pedrera (el pasado 25 de marzo), sala donada por el empresario Antonio Pedrera para exponer parte de su colección privada de arte, para anunciar que el industrial sería nombrado Hijo Predilecto de este municipio, al igual que lo fue en su momento el poeta Miguel Hernández.

El "gran favor" hecho a la ciudad que le vio nacer a través de la cesión del museo y sus obras valió para que Pedrera se ganase el nombramiento, el cual todavía no ha sido votado en pleno (ni lo será esta legislatura a la quedan un par de semanas) del mismo modo que no se ha comunicado oficialmente a los partidos de la oposición.

En la inauguración, Lorente calificó a Pedrera de "buen empresario" y "buen oriolano" por compartir su riqueza, ganada con el trabajo de muchos años, con sus vecinos mediante la donación del Palacio Sorzano de Tejada y medio millar de obras de arte, sobre todo del siglo XIX. La intención del empresario a la hora de llegar al acuerdo con el Ayuntamiento era la de crear un museo especializado en pintura del XIX. Entre las numerosas piezas que forman la colección, destaca una enorme parte de las obras realizadas por el también oriolano Joaquín Agrasot, al cual se honró en su momento con la denominación de una calle con su nombre.

La pinacoteca, una de las privadas más importantes de España, contiene también obras de Dalí, Rembrandt, Picasso, Goya y Fortuny, entre muchos y muy cotizados artistas. De otro lado, el Palacio Sorzano de Tejado es uno de los edificios monumentales con más solera de Orihuela. Levantado frente al imponente palacio del Conde de la Granja, el de Sorzano de Tejada fue adquirido por Pedrera hace unos años. En su interior, abrió un colegio mayor y un restaurante que tuvo que cerrar. Sin embargo, hace unos meses se conoció que el empresario donó el edificio al Ayuntamiento con la condición de que la institución local lo reformase y adaptase al museo, además de destinarlo a la instalación del Museo de la Fundación que preside el propio Pedrera. Con esto, el industrial seguirá disfrutando del 20 por ciento del edificio, parte en la que tenía previsto abrir otro negocio de restauración, pero ahora acompañado de su propia colección de arte.

Nombrados, pero no celebrados

Casos similares, pero con matices, son los de Francisco Camps y Federico Trillo. El Ayuntamiento de Torrevieja, o mejor dicho, el equipo de gobierno de la ciudad salinera (PP), nombró a ambos hijos adoptivos. En el caso de Camps, la distinción se sometió a votación en el pleno del 21 de enero de 2010. Los méritos de Camps para obtener el nombramiento se ceñían a las inversiones hechas por la Generalitat en Torrevieja y a la preocupación que el presidente ha mostrado siempre por los temas que afectan a este municipio. En el caso del exministro de Justicia, el PP lo nombró Hijo Predilecto en 2005. A ninguno de los dos se le organizó un acto especial, si bien Trillo aprovechó su asistencia al Certamen Internacional de Habaneras para expresar su agradecimiento por los honores.