Cerca de 400 personas salieron anoche del centro cultural Virgen de Carmen de Torrevieja con el mensaje de que Eduardo Dolón y por ende el Partido Popular, no son dignos de seguir al frente del Ayuntamiento. Lo dijo el candidato a la Alcaldía, Ángel Sáez; lo dijo la ministra de Sanidad, Leire Pajín; y lo dijo el candidato a la Generalitat, Jorge Alarte. Fue un mitin casi entrañable, muy a la medida de Sáez, quien comenzó nervioso y fue ganando pulso a medida que palabras como honradez, participación, igualdad o solidaridad iban saliendo por su boca desde el atril. En mangas de camisa y después de presentar a los concejales de su lista (con los que se fundió en un cariñoso abrazo que hubiera roto el más estricto de los protocolos), Sáez dejó un gran mensaje para los ciudadanos que lo simplifica todo: No se puede votar a un partido que paga cruceros a asesores. El socialista pidió el voto no sólo a los suyos, sino a los populares honrados porque ha llegado, dijo, el momento del cambio y Sáez quiere ser ese punto de apoyo que levante al PP del sillón. Resumió su programa electoral en tres grandes ideas que pueden parecer deslavazadas en un político: honradez, turismo y participación ciudadana, pero que dicen mucho de cómo este partido está viendo desde hace años cómo se hacen las cosas en Torrevieja. "Ellos han gobernado como si fuera una fiesta y la fiesta se ha acabado", sentenció. Ejemplos puso varios, un Museo de Semana Santa que va a costar 6 millones de euros "cuando cientos de escolares están en barracones", un Premio de Novela con el que se pagan 20 ediciones del Nadal, cientos de escolares en barracones o el pago de alquileres por un millón de euros.

La ministra de Sanidad, apoyada sobre el atril, con un aire de suficiencia y evocando a Martin Lutter King "tenemos derecho a señora", repitió en varias ocasiones-, centró su mitin en Camps y en Rajoy. Como metidos en el mismo paquete, dijo que había que "acabar con el modelo de especulación" que el primero ha utilizado para gestionar la Comunidad Valenciana y del segundo recordó que lleva perdidas ya dos elecciones generales y que en este momento de crisis que se vive ha preferido ganar él y que pierda el país porque no ha hecho ni una sola iniciativa positiva. La ministra de Sanidad arengó a los simpatizantes y afiliados con una frase de esas que se acuñan a principio de cualquier campaña y suenan a sentencia: "Un minuto de pereza un domingo nos puede costar muy caro", en clara referencia a que puede ser el voto de aquellos que a última hora no acudan a las urnas el que puede hacer que el PP revalide las mayorías cómodas que disfruta tanto en Torrevieja como en la Generalitat. Pajín se despidió con una idea más: "El PP abusa del poder".

Argumentos

Alarte estuvo con temple y su día a día en esta campaña le da argumentos para hilar un discurso. Las anécdotas se suceden en el candidato socialista a la Generalitat que contó que en el debate de Canal 9 le advirtieron antes de comenzar que ni se podía hablar de otros temas. El candidato, ante lo que las encuestas le dicen que va a pasar -una nueva mayoría absoluta del PP y un PSOE que no termina de levantar cabeza- contestó con que "nada está perdido. Me da igual lo que diga el CIS, a nadie se nos puede privar de un futuro mejor. Las encuestas no valen, valen los votos". Alarte dibujó un panorama desolador en la Generalitat y aseguró que si gana en 30 días se resolverán todos los expedientes de discapacidad pendientes, al tiempo que recordó que 32.000 valencianos han fallecido esperando una resolución al respecto. El candidato abogó por un urbanismo sensato, por sanear las cuentas de esta Comunidad o por mejorar la educación. Y todo ello pasa, aseguró porque el presidente actual escuche el mensaje de "Camps, déjalo ya", a lo que desde el público alguien gritó: "no puede, está pegado en la silla".El debate aportó pocas ideas y proyectos para Torrevieja o la Comunidad Valenciana, no era un idea para eso sino para ver que el PSOE vuelve a estar recompuesto con un candidato, Ángel Sáez, puesto por el respaldo de Leire Pajín y de Federico Buyolo. El trazo grueso se puso en la idea de que hablar de PP es hablar de despilfarro y de corrupción y los socialistas, aseguran, son los únicos que pueden cambiar esta dinámica en Torrevieja y en la Comunidad Valenciana.

La alargada sombra de Hernández Mateo

El alcalde de Torrevieja ocupa la mente de los socialistas desde que se levantam hasta que se acuestan. Pedro Hernández Mateo deja la política municipal, oficialmente, aunque para los socialistas es mentira. "Eduardo Dolón es un mando a distancia de Hernández Mateo, con un pilotito en verde o en rojo", ejemplificaba ayer Ángel Sáez para referirse a la relación que une a los dos políticos populares. De hecho, a nadie escapa que Dolón es candidato porque fue elegido por Hernández Mateo, aunque ratificado sin fisuras por la asamblea del partido. Tal es su poder en la ciudad, que para Pajín y Alarte el adjetivo que mejor define a su candidato, a Ángel Sáez, es el ser un "hombre valiente", alguien capaz de enfrentarse no a Dolón en las urnas, sino a Hernández Mateo, la persona que, según ellos, sigue moviendo los hilos de la política local y, en un futuro, del Ayuntamiento de la ciudad. Probablemente por ello el propio Sáez dejó cae ayer varios guiños al hecho de que sólo con él el PSOE será socialista en Torrevieja. M. A.