Cuatro mandatos hegemónicos o lo que es lo mismo, 20 años de gobiernos de mayoría absoluta, con el mismo cabeza de lista, Pedro Hernández Mateo, y bajo unas mismas siglas, las del Partido Popular. El hecho de que Hérnandez Mateo abandone el Ayuntamiento de Torrevieja tras el 22-M marcará un antes y un después en una ciudad que él ha moldeado durante todo este tiempo.

Hernández Mateo se retira «invictus» en las urnas tras 23 años al frente del gobierno municipal –accedió a la Alcaldía con una moción de censura en 1988 gracias al apoyo de una ex alcaldesa socialista–, y la gran incógnita de estas elecciones es si el PP perderá o no la mayoría absoluta no tanto por su marcha, sino por la ruptura sufrida por esta formación. Algo «impensable» si con quien hablas pertenece al PP, o un «vaticinio real» si el interlocutor es alguno de los seis partidos restantes que concurren a los comicios con posibilidades de obtener votos; uno más identificado con la derecha, otros tres con la izquierda, además de Los Verdes y UPyD.

Así que, por manida que resulte la frase, los torrevejenses viven una contienda histórica. A la ausencia de Hernández Mateo de la candidatura municipal, hay que añadir la lucha «fraticida» vivida por el partido a consecuencia de su sucesión en el consistorio. Ésta se saldó con la escisión de Domingo Soler, mano derecha del alcalde hasta el pasado año y vicepresidente de la Diputación hasta hace nada. Soler se presenta con una nueva formación, bajo la gráfica denominación de Alternativa Popular de Torrevieja (Aptce).

Hubo tanto revuelo interno que para atajarlo Hernández Mateo se sacó un «as» de la manga: anunció su despedida y nombró sucesor al concejal de Cultura, Eduardo Dolón, con un asentimiento total por parte del PPCV, algo que no ocurrió con Luis Díaz Alperi y el nombramiento de Sonia Castedo. Una maniobra para marcar tiempos y pillar al resto de partidos con el pie cambiado que ha tenido sus frutos, sobre todo en el caso de Soler, al impedir el duelo directo entre ambos.

El actual alcalde es también parlamentario autonómico, presidente local y miembro de las ejecutivas regional y nacional del PP y el primer valedor de Francisco Camps frente al presidente provincial del partido, José Joaquín Ripoll. Así que mejor no pensar que Hernández Mateo está «de retirada». Continúa en activo como alcalde y como candidato, dado que repite como «número 13» de la lista autonómica por Alicante. Y sé de buena tinta que estará pie al cañón en la campaña de Dolón quien para bien o para mal permanece en una cómoda segunda línea. No será una campaña fácil para el PP, y seguro que habrá alguna sorpresa para reforzar la imagen de Dolón como futuro alcaldable.

Como «a río revuelto, ganancia segura de pescadores», el resto de partidos se frota las manos ante el desgaste del PP. La situación está como está y tampoco se trata de echar las campanas al vuelo y confundir al electorado anunciando un vuelco en las urnas. Estos partidos, aunque enfrentados, barajan ante este hipotética pérdida de la mayoría absoluta un escenario de pactos de gobierno. Algo en boca de todas las formaciones que se presentan a excepción, claro, del PP.

Un gobierno de concentración entre cinco o seis fuerzas políticas que el PP utilizará como arma electoral porque, según anticipan en charlas informales, sus programas electorales «chocan» en aspectos importantes, y porque sería un gobierno con apenas influencia para gestionar más allá del límite municipal ya que ninguno de esos partidos salvo el PP, ha incluido a representantes de la Vega Baja en puestos de salida en sus listas autonómicas. El PP prefiere hablar de que son los socialistas los que están divididos, cosa que estos niegan. El PSOE de Torrevieja estrena también cabeza de cartel. Se trata de Ángel Saéz, que ha sabido enderezar el partido e ilusionarlo, si bien la campaña con una imagen debilitada entre los electores tras un rosario de fricciones internas, y la fractura del grupo municipal. El díscolo concejal Manuel Vera, expulsado del partido y condenado por llamar «corrupto» a Hernández Mateo, concurre por Compromiso por Torrevieja. Aseguran en el PSOE que, según los sondeos que manejan, ésta formación no supone peligro alguno.

La composición del Ayuntamiento se incrementará en dos concejales más, hasta los 27 representantes, al superar los 100.000 habitantes y eso beneficiará, en función de la polémica ley D'hont, a los partidos mayoritarios, al PP y al PSOE. Así las cosas, Torrevieja –el tercer municipio de la provincia y el quinto de la Comunidad Valenciana– arrancó ayer la campaña con mayor expectación que se recuerda. Habrá que ver estos días cómo funciona la renovación en el caso de los candidatos de una y otra ideología y qué tirón tienen.