Incienso y lluvia recibían en la mañana de ayer al Santo Sacramento en la puerta del templo de la Inmaculada de Torrevieja. Manda la tradición que primero misa, y que después cubra el palio la Custodia para acercarla en procesión a enfermos e impedidos. Y la tradición se mantuvo, pese a que el agua obligó a los miembros de la Unión Musical Torrevejense a retirarse pronto, dejando desvanecerse los acordes del Triunfal de Busca Sagastizábal. Pese a la incomodidad de los paraguas. Pese a la soledad de las calles vacías , tan temprano y día de fiesta.

Es la procesión de San Vicente, que cierra el día después de la octava de Pascua de Resurrección el ciclo de la Semana Santa Santa torrevejense. Con diferencia la menos concurrida de todas las procesiones, con diferencia la más solemne de todas ellas.

Es esta procesión-traslado del Santísimo Sacramento que tiene su origen en la costumbre de acercar el viático a los enfermos la gran desconocida para ese gran público que días atrás abarrotaba algunas aceras al paso de imágenes y cofradías, pendiente de las evoluciones de los esforzados costaleros y de las dádivas de caramelos.

Y sin embargo es una de esas cosas que dice mucho de la autenticidad de los pueblos que saben perpetuarlas, aunque ya no sean un pueblo, manteniéndolas porque también sus padres las mantuvieron en tiempos en los que la religión marcaba la pauta del tiempo y de la vida. Junto a la procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección, esta de San Vicente es la más torrevejense, porque torrevejenses son quienes madrugan para acompañar el itinerario del Santísimo, devotos todos de su fe o de su historia. Daba igual que el día fuera luminoso o gris, que acompañara el paso la banda de música o los tímidos cantos del Himno Eucarístico de los asistentes. Llovía ayer mañana con insistencia obligando a refugiar el dorado palio bajo balcones y saledizos en cada parada. Hasta siete tenían previstas los sacerdotes de la parroquial de la Inmaculada, aunque el recorrido era corto. Mientras por la puerta de algún edificio desaparecía con algo de prisa en su sagrada envoltura de humeral el Santo Sacramento, volviendo a aparecer al poco para terminar su pequeña ruta de casas de enfermos.

Hijos de la inmaculada

Una polémica sobre "El Encuentro"

La Asociación Hijos de La Inmaculada vela por la imagen de "La Purísima", patrona local. El Domingo de Resurrección la lluvia sorprendió a la procesión. Algunos de sus miembros, con un espíritu crítico inédito para otras ocasiones, lamentaron que se recurriera a un plástico prestado de otra cofradía para protegerla. La asociación dice contar con 800 socios y sigue sin presidente/a.