Es un dato que pocos conocen y que sorprende una vez se sabe. Sierra Escalona, el paraje natural que se extiende por los términos municipales de Orihuela, San Miguel de Salinas y Pilar de la Horadada, acoge la mayor población de búho real de Europa Occidental. Las condiciones que favorecen que esta especie permanezca en la cordillera que separa las provincias de Alicante y Murcia son la alta densidad de presas (conejos, roedores e, incluso, otras aves rapaces), la estructura del hábitat en forma de mosaico y el sistema de bosque mediterráneo que distingue a Escalona de las serranías cercanas.

El búho se reproduce durante los primeros días de primavera. Después de 30 días, más o menos, de incubación, los pollos nacen en los nidos que sus progenitores disponen en las cavidades de la sierra. Al nacer, los pollos pesan poco más de un kilo y necesitan a sus padres para alimentarse, aunque no viven con ellos en el nido. Una vez consiguen levantar el vuelo, con 50 días, las crías abandonan el lugar donde nacieron, si bien no fijan su nueva morada a más de 60 metros del punto en el que nacieron, explica Juan Manuel Pérez-García, anillador de aves.

Cuando los ejemplares tienen entre 20 y 30 días, son anillados para tener controlada a la población. Un proyecto de colaboración entre la Universidad Miguel Hernández (UMH), la asociación Amigos de Sierra Escalona y la Sociedad Española de Ornitología (SEO) es el origen del equipo que recorre Sierra Escalona con el objetivo de localizar los pollos y anillarlos cuando llega el momento. Desde 2007, se han anillado 260 pollos localizados en 165 nidos en virtud del mencionado acuerdo.

Al tiempo que se le pone el aro que los identifica, los expertos les sacan sangre y recogen material genético para determinar la variedad de genes que hay entre la población de Sierra Escalona. También se les miden las alas (así se sabe la edad del ave), se les pesa y se detectan los parásitos que viven de ellos. Una vez recogidos los datos, el equipo abandona el nido para que la naturaleza siga su curso.

Permisos

Pérez-García dispone del carné de anillador expedido por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Y es que cualquiera no puede romper la tranquilidad del nido para identificar a los pollos. Para estar cualificado, es necesario pasar una rigurosa prueba que consiste en el anillado de cientos de aves que pertenezcan, al menos, a 50 especies distintas.

Asimismo, para "marcar" a los búhos de Sierra Escalona, es necesario disponer de un permiso de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Vivienda y Urbanismo. De este modo, las garantías necesarias para acercarse al nido tienen un listón alto, ya que el único peligro al que se enfrenta el búho real es la intervención humana.

El presidente de Amigos de Sierra Escalona, Carlos Javier Durá, explica que el búho real se caracteriza por sus grandes ojos color ámbar que le permiten ver en la oscuridad (solo caza de noche), su cabeza en forma de disco que hace las veces de radar y las membranas que hay en sus alas, lo que hace que no se le escuche y no asuste a sus presas. La belleza y la astucia del búho real hace que sea una especie cotizada en la cetrería y el coleccionismo de animales "exóticos". Así, la mano humana es la única amenaza del búho real, ya que no tiene depredadores que pongan en peligro su vida. Sin embargo, los tendidos eléctricos, los muros levantados por el hombre y el expolio de nidos son los tres grandes miedos de esta especie, de la que existen unas 73 parejas solo en Sierra Escalona. Los ejemplares de esta especie, que pueden llegar a vivir una media de 15 años y pesar tres kilos intentan deshacerse de los anilladores, ya que saben que los humanos son el enemigo que rompen la calma de su propio paraíso.