Los paracaidistas de la III Bandera Ootiz de Zárate, de Javalí Nuevo (Murcia), cofrades de honor en 1988 y desde entonces ligados al devenir de esa marea de capas y capirotes amarillos y de vestas blancas que es La Samaritana, habían llegado ayer a Orihuela dispuestos a retomar la tradición que han tenido que interrumpir durante tres años por misiones humanitarias. Sin embargo, los 45 paracaidistas vestidos de militares tampoco pudieron desfilar este año con la Cofradía.