El pleno del Consell de la Generalitat tiene previsto aprobar antes del final de este mandato -el 22 de mayo- el plan especial frente al riesgo sísmico de la Comunidad, según indicó a este diario un portavoz autorizado de la Conselleria de Gobernación. El plan se basa, desde el punto de vista técnico, en un detallado mapa realizado por la Universidad de Alicante (UA), tras una investigación dirigida por José Juan Giner Caturla, profesor de Ciencias de la Tierra y director de la Red Sísmica de la UA. Este estudio afirma que la peligrosidad sísmica en la Comunidad es moderada y disminuye de sur a norte, con la Vega Baja como enclave de mayor riesgo.

Así el plan autonómico se ha hecho sobre una escala de intensidad distinta "a la magnitud" que se suele utilizar porque tiene en cuenta episodios sísmicos de momentos históricos en los que no existían aparatos de medición. Esa escala valora los efectos del terremoto y la forma en que es percibido por los vecinos y va del grado I al XII. El terremoto de Torrevieja y Almoradí, de 1829, se sitúa en el X de esa escala. Aquel terremoto provocó sólo en Almoradí unos 200 muertos.

El plan ofrece un análisis técnico de riesgo para desarrollar una estructura y organización de "respuesta eficaz y coordinada ante una emergencia por seísmos", algo de lo que carece la Comunidad hasta la fecha. La documentación contempla la peligrosidad de cada zona -la probabilidad de que se produzca un terremoto- y la vulnerabilidad- los daños que puedan causar. Y combina dos variables: el de las intensidades promedio esperadas en cada zona con el de las características del terreno, según su forma de reaccionar a las vibraciones del terremoto.

Para ello se recogen los datos de 115 movimientos sísmicos del grado VI al X registrados desde 1396 en el que el terremoto de Torrevieja es el más importante.

Pasos

La Comisión de Protección Civil de la Comunidad Valenciana aprobó este documento el 15 de diciembre. Casi tres meses después, el pleno de la Comisión Nacional de Protección Civil del Ministerio del Interior lo homologó.

El visto bueno del ejecutivo autonómico, que es el último paso pendiente, es una condición indispensable para que Torrevieja ponga en marcha de forma inmediata su propio plan, según la dirección general de Seguridad del Ayuntamiento torrevejense que trabaja en este ámbito desde hace meses. El plan establece esa obligatoriedad de contar con un estudio específico en localidades donde se dé el riego de que se superen terremotos por encima del grado VII -cuando se sueltan ladrillos y es difícil mantenerse en pie- como es el caso de Torrevieja, según los datos históricos. 332 municipios están afectados por ese riesgo en la Comunidad Valenciana, 138 en la provincia, según la nueva normativa.

El director general de la Policía Local de Torrevieja, Javier Mínguez, coordinó en abril del pasado año unas jornadas sobre riesgo sísmico en la que se anticipaban las medidas a adoptar.