La tormenta dejó ayer en Torrevieja entre 25 y 35 litros por metro cuadrado, según la zona del término municipal. Y el guión volvió a cumplirse. El agua colapsó las principales vías de circulación del casco urbano, dejándolas impracticables para el tráfico rodado; sobre todo, de ocho a diez de la mañana. Aunque las precipitaciones fueron abundantes no tuvieron carácter torrencial -se produjeron a la largo de más de 15 horas-. A pesar de ello, la Policía Local tuvo que cerrar al tráfico a primera hora las avenidas de acceso a la ciudad de Cortes Valencianas, Rosa Mazón, Delfina Viudes, además de amplias zonas de las urbanizaciones Doña Inés, Torretas y Altos del Limonar. En esas áreas residenciales el azul de las vallas municipales que impiden el paso a los coches ya se ha convertido en una estampa clásica en los días de lluvia.

En esta ocasión, al menos, funcionaron las obras improvisadas en el margen de la carretera de Crevillent CV-905 -una enorme zanja de más de tres metros de anchura-, para salvar la evacuación de las aguas de la zona de La Hoya. Aunque su límite de capacidad no parece estar más allá de los treinta litros por metro cuadrado, porque ayer estuvo a punto de desbordarse y cortar de nuevo la carretera.

Los vecinos de la urbanización Doña Inés volvían a quedarse aislados, aunque ya están habituados. Su principales viales presentaban casi treinta centímetros de agua. El encharcamiento se disipó unas horas después. Parte de los materiales de las obras de colectores de pluviales que se realizan allí tuvieron que ser rescatados de las aguas medio kilómetro después.

La tormenta imprevista -Torrevieja registró ayer una de las precipitaciones más elevadas de la provincia y de la Comunidad- acompañada de aparato eléctrico, arreció coincidiendo con el horario de entrada a los colegios e institutos y suspendió la celebración del mercado semanal de los viernes, lo que no ayudó a dar fluidez al tapón de tráfico. El centro urbano de la ciudad tampoco se libró de los efectos de una lluvia que los vecinos esperan no sobrepase la cantidad recogida ayer, que parece ser el límite entre problemas ocasionales y males mayores. Y es que, por ejemplo, la remodelación de la calle Caballero de Rodas demostró de nuevo su insuficiencia. Mientras tanto se suceden las promesas para sacar adelante el proyecto definitivo de evacuación de aguas pluviales, que no podrá, sin embargo, solventar encharcamientos como el que el que se da en el polígono industrial Casa Grande o el corte casi sistemático de los carriles de la avenida de las Cortes Valencianas, cada vez que caen cuatro gotas.

Aceleran un colector en Doña Inés para abrirlo en precampaña

La empresa mixta de gestión del ciclo hídrico de Torrevieja está construyendo un colector de aguas pluviales destinado a parchear el grave problema de inundación que padece el residencial Doña Inés cada vez que se dan lluvias intensas, como ocurrió ayer.

El inicio de estas obras no ha sido anunciado oficialmente por el equipo de gobierno; al parecer, pretenden presentarse en plena precampaña electoral, según fuentes municipales. El proyecto consiste en el trazado de un colector de más de un metro de diámetro que capte las aguas procedentes de la zona del parque acuático para soterrarlas por las calles de la urbanización y evacuarlas. Ahora el caudal hace ese recorrido sobre las calles Francisco Díez y Joaquín García, dejándolas impracticables. El Ayuntamiento reconoció hace meses que existe un problema de inundación en la zona, que se da desde hace 17 años. La voluntad municipal es resolver el problema, algo que no será definitivo hasta que se desdoble la vía parque y se coloque un colector que envíe las aguas hasta el mar, según el proyecto que lleva entre manos el edil Javier Montoro.