Un día de hace dos semanas los vecinos de la avenida del Aeropuerto de Ciudad Quesada (Rojales) observaron cómo varios operarios hacían crecer una antena de la cubierta de un negocio de alquiler de coches. Claramente, era una instalación para telefonía móvil. Nadie les había avisado. Lo denunciaron ante la Policía Local que ha parado las obras. Desde entonces se han movilizado por todos los medios para que no siga adelante.

Han presentado más de cien firmas en el Ayuntamiento, en la dirección territorial de Telecomunicaciones y una queja ante la Sindicatura de Agravios. Ayer más de treinta vecinos, con mayoría de británicos, alemanes y españoles -todos europeos, insistían, y residentes todo el año en esta macrourbanización- reclamaban que el Ayuntamiento desautorice la obra, que consideran "un abuso" del que nadie les ha avisado. Todos también reconocían a este diario que utilizan móvil y que les fastidia no contar con cobertura. Pero entienden que las antenas no tienen por qué ubicarse junto a cientos de viviendas residenciales, un parque infantil y el solar de lo que el Ayuntamiento asegura que va a ser un colegio infantil.

En Ciudad Quesada, alegan, hay emplazamientos mucho mejores que el escogido. "Sabemos que no está probado científicamente que esto haga daño a las salud de las personas pero tampoco está probado lo contrario", señalaba ayer Carmen López Leis, que se ha erigido como portavoz de unos vecinos que se encuentran, como en otros tantos casos, con un vacío legal en esta cuestión, en la que además intervienen fuertes intereses económicos de las operadoras de telefonía. Un trabajador de la empresa en la que están instalando la antena explicó a este diario ayer que los operarios de Orange (France Telecom) -que no se pronunció ayer sobre este asunto- llegaron al establecimiento "con un montón de informes favorables y dando a entender que habían hablado antes con el Ayuntamiento".

Un tema urbanístico

Respecto a la antena de telefonía de la Avenida del Aeropuerto, el Ayuntamiento de Rojales informó ayer que el pasado 23 de febrero abrió un expediente al titular de la nave para que se adapte a la legalidad urbanística vigente -al carecer de permiso municipal- y que un plazo de dos meses, desde la fecha de la notificación de suspensión, solicite "licencia o autorización urbanística que corresponda en caso de que dichas obras sean legalizables".

El Ayuntamiento remitió hace unos días este expediente tras los informes recibidos por parte de la policía local. El Ayuntamiento no entra en profundidades, ni valora las quejas de los vecinos, a las que ha preferido no responder por escrito, y le da a la actuación un tratamiento meramente urbanístico que podría solventar el conflicto, puesto que no existe una ordenanza sobre este asunto en el municipio.

Más camufladas en negocios y viviendas

Ciudad Quesada es una de las urbanizaciones residenciales más pobladas y antiguas de la Vega Baja, pero también un enclave privilegiado para situar antenas de telefonía, dada su situación en altura, muy cercana a la costa. Los vecinos que denuncian la construcción de la antena mostraban ayer otras tantas que se han ido camuflando en negocios e incluso fincas particulares en la geografía urbana de este gran residencial, sin que exista un gran control por parte de la administración y teniendo en cuenta los generosos alquileres que abonan las compañías por el uso de un espacio de suelo mínimo.