Una de las celebraciones más populares del calendario litúrgico desde antiguo es San Antonio Abad, conocido también como San Antón. El hecho que este santo, de origen egipcio, esté relacionado con los animales y se le represente como un anciano con el hábito de su orden religiosa y un cerdo a sus pies también contribuye a ello; sobre todo, entre lo niños. El día de San Antón que se celebró ayer también sirve para describir esta época del año con refranes como: "Las cinco dan ya con sol, el día de San Antón", "Por San Antón, crece el día un pasico de ratón", "Por San Antón, media hora más de sol".

La imagen del santo, acompañado con su inseparable cerdo, presidía ayer la puerta principal del templo de la Inmaculada de Torrevieja en un acto donde lo religioso se fundió con lo popular. Cientos de personas llevaron a sus animales domésticos hasta este lugar para ser bendecidos y encontrar protección divina. Un rito ancestral que apenas ha cambiado con el paso de los siglos si se exceptúa que antiguamente los animales eran, sobre todo, bueyes, vacas, caballos, cabras, burros o gallinas. Ahora lo son perros de todas las razas y tamaños, peces, tortugas, gatos, hámsters, reptiles conejos o aves coloridas de diversas clases. Todos los participantes comenzaron en acto en el paseo Vistalegre y se trasladaron en romería con sus animales hasta la iglesia de la Inmaculada, en la plaza de la Constitución, donde el cura párroco, Manuel Martínez Rocamora, esperaba a la comitiva junto a la talla del santo. La plaza se convirtió sobre las 18 horas de ayer en un verdadero zoológico con un continuo ir y venir de todo tipo de animales de compañía y sus dueños, entablando conversaciones sobre sus mascotas o vivencias. También comentando los problemas y ventajas que lleva tener animales en sus casas.

Los animales domésticos pasaron uno por uno con sus dueños junto a la talla de San Antón donde recibieron la bendición con agua bendita. Los gatos fueron los más remisos a recibirla, mostrándose cada vez más nerviosos al igual que sus dueños. Una pequeña perrita llegó ataviada con una traje de sevillana, mientras que un vecino sacó de su bolsillo un pequeño y colorido pájaro. Otro llevaba un animal similar amaestrado en su hombro. Dos niñas disfrutaban con el juego de dos hámster que llevaban en sus manos incluso dándoles besos. A otro roedor su dueña lo tenía dentro de una bola de plástico transparente del tamaño de un balón de futbol. El propio movimiento del animal en su interior hacia andar la bola por la plaza.

El cura Manuel Martínez hizo en su pequeño discurso, antes de proceder a la bendición, una llamada a todos para que a los animales no se les maltrate y se les cuide. Poco después algunos de los asistentes aprovecharon la ocasión para reivindicar a los responsables municipales mayor atención para los animales abandonados, sobre todo gatos. Mostraron pancartas donde se podía leer: "¿Qué hace el Ayuntamiento para ayudar a nuestros gatos de la calle. Los gatos sufren y el Ayuntamiento los abandona", "Todos los animales tienen derecho a una vida digna". Según informó el Ayuntamiento, la concejal, Pilar González, se ofreció a escuchar estas peticiones.

Rojales

Por otro lado, en Rojales también se celebró el día de San Antón donde el cura-párroco, Virgilio Santonja, bendijo a los animales. A primer horas de ayer los panaderos de este municipio llevaron el pan elaborado por la noche hasta la iglesia para ser bendecido.