La mayor parte de los 18.870 kilómetros cuadrados que constituyen la cuenca del río Segura (lo que incluye tanto los cauces como el suelo público) está pendientes de deslinde, según un informe de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). El hecho de que menos del 20% del suelo público esté delimitado ha provocado el que buena parte del que no lo está se encuentre ocupado en estos momentos de forma irregular; sobre todo, por actividades urbanísticas y agrarias, a las que se unen las industriales (yacimientos de grava y excavaciones), los campings e instalaciones deportivas, los viales, las edificaciones o las escombreras, entre otros.

Ahora, el nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura recoge en su Esquema de Temas Importantes su delimitación como fórmula para preservarlo del deterioro, contribuir a su mejora y proteger, al mismo tiempo, el régimen de corrientes y de avenidas, "favoreciendo la función de los terrenos colindantes con los cauces de laminación de caudales y de carga sólida transportada", dice.

El terreno a proteger es muy vasto ya que el domino público hidráulico comprende, entre otros, los cauces de corrientes naturales, tanto continuas como discontinuas, las lagunas y embalses o los acuíferos. Pero, además, se une a éstos los que se considera el margen, que es el terreno que linda con el cauce y que define las zonas de servidumbre para uso público y de policía (para la protección del domino) o del régimen de corrientes, hasta una longitud de hasta 100 metros, según los casos.

Esta delimitación comenzó a ejecutarse por parte de la CHS en 1993, dentro del Proyecto Linde y con el fin de liberar el suelo público de presiones de cualquier tipo. Debido a la complejidad de los trabajos se estructuró en cuatro fases de las que sólo concluyó la primera, en 1996. Ésta consistió en la identificación de las áreas sometidas a presión. En marcha está en estos momentos el estudio y delimitación cartográfica del dominio en las zonas estudiadas, mientras que pendientes están los restos de procesos administrativos, que se iniciarán con el deslinde provisional y acabarán con su elevación a definitivo, y el establecimiento de programas de explotación racional.

El documento del nuevo Plan Hidrológico considera que actualmente existe "una ocupación generalizada", en el ámbito de la cuenca del Segura, una zona que, "ha de ser necesariamente protegida para asegurar su calidad ambiental". En estos momentos, debido "a la extraordinaria dimensión de la zona, es inviable su completa delimitación en unos plazos razonables y sólo se prevé que hasta el 2015 se complete la delimitación de los 58 tramos en marcha", considerados como "muy urgentes y de especial conflictividad"; entre ellos, todo el cauce del río Segura y de los ríos Argos, Guadalentín, Mula, Nacimiento, Pliego y Seco, además de un total de 51 ramblas y barrancos.

La ocupación de estos terrenos es masiva, especialmente en los cercanos a la costa donde han sido edificadas miles de viviendas. Estos proyectos, han afectado, sobre todo a ramblas, como en el caso de la costa oriolana, donde la CHS actúa desde hace años para delimitar y recuperar suelo.

Objetivo "ineludible"

El proceso de deslinde de los cauces de la cuenca es para la CHS "un objetivo ineludible y no cabe otra alternativa diferente a la consecuencia de este fin". Por ello, una vez realizados los trabajos previos de delimitación, se procederá a la incoación de expedientes de deslinde, lo que lleva consigo, "la usurpación de los derechos previos que el antiguo propietario o poseedor en usufructo poseyera". Desde la CHS se explica que hasta el momento los trabajos de delimitación se centran en áreas de especial conflictividad y en aquellas solicitadas por los particulares, motivo por el cual los deslindes realizados actualmente tienen un carácter puntual y generalmente inconexo geográficamente.