La pedanía oriolana de Molins está viviendo lo que parece ser una nueva oleada de robos en viviendas, una situación que vuelve a encender las alarmas entre la población y a generar inseguridad en el pueblo. Es la denuncia de la Asociación de Vecinos de Molins, que insiste en reclamar "efectividad" a la Policía, puesto que según el portavoz, Paco López, "a los agentes los vemos, pero también seguimos viendo robos. Les pedimos que hagan su función, que es evitarlos".

Según cuentan desde la asociación, el último capítulo se vivió el viernes, "cuando cuatro encapuchados con guantes saltaron la valla de un chalé pese a que hay casi una decena de cámaras de seguridad visibles desde el exterior". Uno de los cuatro supuestos atracadores se coló en el interior y abrió la puerta al resto, pero huyeron a la carrera cuando sonó la alarma. Poco después se registraba un robo en otra casa de campo que está habitualmente deshabitada, excepto en fines de semanas o festivos. La preocupación que la asociación vecinal pone de nuevo sobre la mesa es que "siempre ha habido algún robo que otro, pero lo que no es tolerable es que lo lleven a cabo unos encapuchados a plena luz. Eso sólo puede significar que van a por todas, porque no saben si hay alguien dentro o hay niños, pero tampoco parece que les importe. Ese es el temor que nos hace movernos", expone López.

Y es que "esta misma semana han robado en otra casa, hace 15 días forzaron la cerradura de una cochera...". Por eso, por los recuerdos de robos con violencia de hace algo más de un año y por las sospechas de que pueda haber un grupo organizado, la asociación recriminó a la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, que "aprobó instalar cuatro cámaras de videovigilancia en el pueblo pero ahora no hay presupuesto".