Los años de investigación sobre la viabilidad del cultivo de algodón en la comarca de la Vega Baja van dando sus frutos. El borrador de la orden del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) recoge la autorización de 1.000 hectáreas de plantación de esta fibra que podrán recibir por primera vez las subvenciones de la Unión Europea. Aunque los agricultores de la Vega Baja han solicitado estas ayudas durante años (la última vez el pasado mes de agosto), las presiones de los labradores andaluces han tirado para atrás las pretensiones de los primeros. Y es que Andalucía concentra casi el cien por cien de los cultivos de algodón subvencionados por Europa.

La Unión Europea otorga ayudas para el cultivo de 48.000 hectáreas de algodón en España. Los productores de la comarca han estado años solicitando las ayudas después de realizar estudios de viabilidad de los cultivos, que formaron parte de la producción tradicional de la Vega Baja hasta los años ochenta.

En concreto, el campus de Desamparados de la Universidad Miguel Hernández (UMH) realizó una investigación entre 2008 y 2009 que demostró que el algodón de la Vega Baja era de buena calidad. Estas pruebas se hicieron con variedades de hebra larga, que son las que se autorizan en el borrador de la orden del MARM por ser "las que producen materiales utilizables por la industria textil", señalaron fuentes de ASAJA. Estos cultivos experimentales, diez hectáreas que producirán 30 toneladas, se realizaron mediante un proyecto de colaboración entre la UMH, la Cooperativa Agrícola de Orihuela la Diputación Provincial y varios ayuntamientos de la comarca. Las fuentes mencionadas señalaron que el cultivo de algodón "se ha convertido en una alternativa viable para revitalizar la economía de la comarca".

La calidad del agua de la que disponen los agricultores es idónea para las plantaciones de algodón, aunque no lo es para otro tipo de producciones, como la de cítricos, dijo ayer el presidente de ASAJA, Eladio Aniorte.

"Hemos demostrado que producimos más calidad y que es un cultivo que puede ser rentable", indicó, al tiempo que subrayó que "se necesita la fibra que se produce (en la Vega Baja) porque no la producen en Andalucía", matizó. "Para hacer telas tienes que tener esa fibra, que aquí sí se hace por la estructura del suelo, las tierras salitrosas, la poca agua que hay, pero que es buena para el algodón", añadió.

Aniorte espera que la ministra no ceda y "se abra como una breva"

La experiencia acumulada en estos años de intentos hicieron ayer que el presidente de ASAJA, Eladio Aniorte, recibiese la noticia de la autorización del MARM con cautela hasta confirmarlo cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE). "Aunque aplaudo la decisión de la ministra (Rosa Aguilar), no tengo confianza en que luego, si ejercen presiones sobre ella, ceda y se abra como una breva", dijo el presidente del sindicato agrario. Además, insistió en que "no se admitirán las presiones andaluzas" y manifestó que Aguilar "será capaz de rechazarlas por razones de peso". Entre estos argumentos, Aniorte destacó de nuevo la calidad de la fibra, la posibilidad de crear empleo en este cultivo al necesitar abundante mano de obra. Por su parte, el catedrático Juan José Ruiz, director de la investigación experimental del cultivo en la comarca, consideró que la ministra deberá tomar las decisiones "que beneficien al bien común. Sería una decepción muy grande que después de contemplarse en la orden los municipios de la Vega Baja, finalmente Aguilar cediera ante los intereses andaluces". El investigador añadió que Andalucía "copó prácticamente las 48.000 hectáreas que concede la Unión Europea para el cultivo en todo el territorio peninsular". m. l. m.