El Ayuntamiento de Torrevieja aprobó ayer el presupuesto para 2011, convirtiéndose en uno de los municipios "más madrugadores" de España a la hora de presentar cuentas de futuros ingresos y gastos e invirtiendo una tónica de anteriores legislaturas -marcadas por el retraso- que, afortunadamente, ha cambiado con la llegada del concejal Joaquín Albaladejo al área de Hacienda. Entre todas las partidas del gasto, el grupo municipal de Los Verdes (LV) destacaba una por su alto importe: casi 5,8 millones de euros, que va a destinarse a sufragar parte de una expropiación, aún en los tribunales y pendiente de un recurso municipal, que podría superar los 15,7 millones de euros (de hecho, se reclaman casi 40 millones de euros).
Según explicó el portavoz de LV, José Manuel Dolón, al Ayuntamiento no le queda otra que "vender suelo público" porque esta cantidad que se quiere pagar en 2011 supone por sí sola casi el 6% de todo el presupuesto para todo el año. En definitiva, el equipo de gobierno se plantea vender su patrimonio, para hacer frente a esta importante indemnización.
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El edil Joaquín Albaladejo explicó que existe una segunda posibilidad, que no descarta el equipo de gobierno, como es una permuta por otros terrenos municipales. "Desde hace tres años venimos ofreciendo suelo, pero nadie compra. El objetivo es obtener un remanente para hacer frente a estas indemnizaciones que parten de cuando el PSOE aprobó hace más de 20 años el Plan General" aseguraba el responsable municipal de Hacienda.
Las expropiaciones en Torrevieja son una de las cuestiones que más preocupa al equipo de gobierno porque cuando se planteó el PGOU en 1987 -del que se llevan ya más de un centenar de modificaciones urbanísticas de todo tipo- nadie se esperaba las consecuencias que podía traer sobre aquellos terrenos urbanos que por una cuestión u otra iban a pasar a ser público, por dónde se pintaba la linea, con destinos tan dispares como parques y jardines o rotondas.
Una de estas fincas, propiedad de la mercantil Proyectos La Cañada, inició un proceso de expropiación al quedarse el suelo de que disponía, junto al colegio El Acequión, sin futuro alguno. El Ayuntamiento, después de varios años negando la indemnización, se vio con un litigio en el cual se le reclamaban algo más de 39 millones de euros; ahora bien, no cree que pueda valer más de esos 15 millones de euros que pretende recaudar el Ayuntamiento torrevejense en los dos próximos ejercicios presupuestarios, ya bien sea con la venta de patrimonio o con permutas.
Se da la circunstancia de que uno de los propietarios del terreno afectado por la expropiación es la familia Giménez, quien vendió en 2000 al alcalde una finca en Almoradí por 180.000 euros y que éste revendió al cabo de año y medio por 5,4 millones de euros al grupo inmobiliario Edén del Mar, operación que, tal y como publicaba ayer ya este diario, continúa a día de hoy abierta en los juzgados y con el regidor como imputado.
Albaladejo acusa a Martínez Andreu de mentir en los móviles
Los presupuestos de 2011 de Torrevieja, cuya cuantía se eleva a 91.776.512 euros, fueron aprobados en pleno con sólo los votos el equipo de gobierno del PP y el rechazo de todos los grupos de la oposición. Los presupuestos calificados por el edil de Hacienda Joaquín Albaladejo como "austeros, profundamente sociales y que cumplen el compromiso del equipo de gobierno con los ciudadanos" y superan en 1.347.22 euros a los de 2010.
Albaladejo aprovechó este pleno para cebarse con el portavoz de IU, Jose Manuel Martínez Andreu, al cual volvió a acusar de no decir la verdad cuando el edil de izquierdas denunció la utilización de más de doscientos teléfonos por parte del equipo de gobierno municipal. El concejal de Hacienda, quien tras el pleno convocó una rueda de prensa para seguir machacando en este tema, exigió a Martínez Andreu que se retractara de sus afirmaciones ante la corporación o dimitiera, peticiones ignoradas por IU.
Manuel Vera, expulsado del PSOE aunque sigue ejerciendo como portavoz, propuso rebajar la cuantía económica del Premio de Novela y de otras partidas y destinar el dinero resultante a financiar los libros de texto, aunque su iniciativa, expuesta en tantas otras ocasiones no salió adelante.
