El equipo de gobierno del Partido Popular (PP) eludió ayer aclarar si uno de sus 22 cargos de confianza vive a casi 900 kilómetros de su puesto de trabajo en Orihuela, como denuncia el concejal de la oposición Monserrate Guillén y secunda el grupo del PSOE.

Costa dijo que no iba a entrar en cuestiones personales cuando fue preguntado por si la asesora, cuyo objetivo es coordinar a las distintas concejalías del equipo de gobierno del PP, reside en la población cántabra. Respondió que toda la plantilla de asesores con los que cuenta el equipo de gobierno desarrolla su trabajo "a plena satisfacción" y lamentó las descalificaciones y alusiones personales que realizó el edil de Los Verdes. Guillén cuestionó la factura anual a la que debe hacer frente el Ayuntamiento para pagar a este pers0nal que supera los 600.000 euros. "La oposición ya no habla de la oportunidad de contratar o no a un grupo de asesores y su sueldo, que puede ser discutible. Ya pasan a la descalificación personal. Los Verdes son lobos con piel de cordero. Radicales", aseguró.

El concejal no aclaró si la ausencia que la oposición atribuye a esta trabajadora del Ayuntamiento de Orihuela se debe a una baja laboral que se prolongaría desde hace más de un año, argumento mantenido por otras fuentes municipales que atribuyen la ausencia de la asesora a una baja por maternidad. Según fuentes del grupo socialista la citada asesora es Elena Mira y fue fichada por el equipo de gobierno como "coordinadora de concejalías", aunque comenzó trabajando en el área de Educación, para luego trasladarse a Santoña (Cantabria) por motivos personales. Tiene asignado sueldo anual de 34.000 euros, según la documentación presupuestaria que tiene posibilidad de consultar cualquier vecino. Según miembros del grupo socialista, desde hace más de un año la asesora en nómina, con quien este diario intentó ayer contactar sin éxito, no acude a su puesto de trabajo en Alcaldía.

De dominio público es la relación entre Elena Mira y el Partido Popular local, al que lleva ligada varios años ahora como miembro de la ejecutiva local. En 2005 estuvo presente como vocal en una de las tres mesas electorales de aquellas polémicas elecciones internas del PP local, en las que Mónica Lorente se hizo con el control del partido frente al entonces alcalde José Manuel Medina. También dirigió un taller de empleo ligado al Consistorio. En 2007 formaba parte del comité electoral del PP como responsable de interventores y apoderados, unos comicios investigados dentro de la Operación Brugal porque al menos un miembro del partido llegó a proponer utilizar el carné de fallecidos para votar. Está casada, según las mismas fuentes socialistas, con el gerente de la empresa Clecuali, mercantil que mantiene un contrato millonario con el Ayuntamiento para la provisión externa de monitores deportivos.