Un lugar singular de la comarca que muy pocos conocen. Un ambiente inmejorable y con unas vistas tan sólo superadas por las que se divisan desde la Sierra de Callosa y Orihuela. En Rojales, las Cuevas del Rodeo son los ojos que divisan la inmensidad de la Vega Baja. Es aquí donde se organizan actividades culturales de lo más variado. Sus gentes, su ambiente y sus vistas lo convierten en un lugar por descubrir para todo el que lo visita.

Estas centenarias cuevas, empleadas como hogares en otras épocas -de hecho algunas continúan hoy habitadas- y rehabilitas, se han convertido en su mayoría en un emblema turístico de Rojales. Funcionan como centros artísticos con talleres de todo tipo, exposiciones de pintura y escultura. Y amplían su faceta cultural con las actuaciones de música en directo que congregan a un variado público de edad y procedencia. Destacan por ser punto de encuentro de culturas muy diferentes, de mestizaje y de creación.

Durante el curso escolar además, es referente cultural para centros escolares de toda la provincia y las cuevas son visitadas en excursiones guiadas que ofrecen la posibilidad a los más pequeños de participar en diversos talleres de cuero, pintura, cerámica, reciclaje artístico, marroquinería y artesanía de todo tipo. En verano la oferta de este espacio peculiar se adapta a la captación de un público adulto y de procedencia internacional con importantes exposiciones de pintura. Además, todos los jueves y viernes de lo que queda de este mes de agosto y la primera quincena de septiembre, se ha programado cine y conciertos, convirtiendo este entorno y sus actividades en motor cultural de Rojales.

Los artistas

Muchos son los artistas de las cuevas que quieren transmitir y ofrecer su arte a todos los visitantes. Uno de ellos es Carlos Carmona, jerezano que llegó a Rojales hace 20 años. En su cueva-taller realiza todas sus obras, basadas en la denuncia social. Captar a primera vista su mensaje quizá resulte difícil, pero en las cuevas el arte es para visitarlo despacio, sin prisas, y con la mirada amplia. Hierro y madera son los componentes de sus obras, elementos perdurables que apenas sufren con las inclemencias meteorológicas. Destinadas al arte callejero. También Santi, un joven apasionado de la pintura, oferta una estupenda colección de obras al público.

Mucho más que una curiosidad de la naturaleza, las Cuevas del Rodeo son un "recinto" cultural al aire libre por dónde han pasado muchos artistas, pintores y escultores, que han cedido sus obras. En estos momentos, la Sala Mengolero abre sus puertas para ofrecer la exposición de pintura del alicantino Ramón Nondedeu.

Hace un par de años además, un grupo de jóvenes se lanzaron a materializar un proyecto innovador como complemento literario a la creatividad del espacio Cuevas del Rodeo. De ellos nació la revista cultural "Kaleidoscopio".

El Ayuntamiento de Rojales entre otras entidades respalda la organización de algunas exposiciones de pintura. Pero falta un empuje en cuanto a colaboración para poder aumentar la oferta cultural. Los conciertos son uno de los platos fuertes. A partir de las diez de la noche de todos los viernes, un grupo de música ameniza una velada que en verano está cargada de vitalidad. Flamenco, jazz, fusión, mestizaje. Estilos musicales de lo más variopinto han pasado y pasan por la Cueva Bar.

Fomentar el arte

La finalidad de todas estas actividades es dinamizar la vida cultural rojalera. Dar un impulso al ocio de calidad y seguir creando y completando circuitos de arte. Artistas de la música, la escultura y la pintura procedentes de muchos lugares de España, han participado en numerosas ocasiones para alimentar este entramado cultural. Pero sobre todo destacan los de la comarca. Con su apoyo y con su colaboración desinteresada han convertido las Cuevas del Rodeo en lugar de referencia y mágico para todo el que las visita.