Desde hace siglos la tradición oral y diversas citas históricas daban cuenta de la llegada al municipio por mar de la imagen de la patrona la Virgen del Rosario. Sin embargo, hasta el momento nunca se había puesto en valor este hecho, y ahora, cuando se cumplen los 400 años de la creación de la cofradía del Santo Rosario, un lejano 14 de agosto de 1610, tendrá lugar la escenificación con actores locales de la llegada de la imagen de la virgen a las playas de Guardamar tras el naufragio de un barco genovés, en cuya capilla estaba situada la imagen de la santa. El acto "de venida de nuestra querida patrona la Virgen del Rosario" está organizado por la Comisión del IV Centenario, tendrá lugar el próximo día 14 de agosto, y es el primero de una serie de actos conmemorativos de la efeméride que finalizarán en agosto de 2011.

Fue un 14 de agosto del año 1610 fue cuando en la Casa-Abadía de Guardamar, situada entonces en el antiguo pueblo y castillo destruido por los terremotos de 1829, comenzó sus actividad la Cofradía del Santo Rosario a instancias del párroco y sacerdote, Juan Alulayes, y poco tiempo después, el 31 de octubre de 1614 ya contaba con capilla propia en la iglesia y reconocimiento oficial por parte de la Orden Dominica al año siguiente, según explica el cura párroco de Guardamar , Reyes Rodríguez Rufete que añade que la devoción a la Virgen del Rosario "ha sido desde entonces el pilar más fuerte de los feligreses de esta parroquia".

Romanista

Desde su origen la imagen de la Virgen ha sido la misma,un caso particular en la comarca, al conservarse la talla de tamaño natural de principios del siglo XVII más cercana al estilo "romanista" de finales del renacimiento que al barroco. Tanto su tamaño, como la peculiaridad de mostrar al Niño Dios con la mano derecha y sobre todo su simbolismo como Madre Inmaculada, Madre y Trono de Dios "la convierten en una imagen singular de María que irradia paz y serenidad", según el párroco.

Pero si es importante su valor histórico o artístico y singular el hecho de que se haya salvado del terremoto de 1829 y de la Guerra Civil, lo es más para el valor religioso que representa. El geógrafo, Joseph Montesinos, escribía a finales del siglo XVIII que desde su llegada era "consuelo de los hijos y vecinos de Guardamar", presidiendo sus fiestas y siendo sacada en rogativa como lo fue por ejemplo en la Cuaresma de 1910, a causa de la sequía.

Tradicionalmente el culto a la Virgen se desarrollaba todo el año, tanto en octubre y mayo, de manera más solemne con procesiones y rosarios públicos, en Navidad con la cuadrilla del "aguinaldo" que recorría todo el pueblo y su término con el estandarte de la Virgen, en Cuaresma y Semana Santa y en las fiestas de la Virgen semanalmente con misas en su altar. En su origen la talla presidía la Capilla de la Comunión, destruida por los terremotos de 1829, hasta la apertura de la iglesia actual en 1892. Se le dedican cultos en su fiesta en octubre con ofrenda de flores, novena, misa solemne, procesión, y rosarios de la aurora. Esta devoción ha sido reconocida por la Iglesia ,y ya en 1947 fue coronada con carácter "popular" por el Obispo José García Goldaraz, y 50 años después, el 7 de octubre de 1997 con carácter de coronación canónica por el Obispo Victorio Oliver.