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El Ayuntamiento de Orihuela ya notificó hace dos semanas al Servicio Provincial de Costas el desprendimiento de rocas y tierra que se produjo el pasado 30 de junio en la Cala Barranco Rubio, en la Dehesa de Campoamor, sin que desde este organismo se haya hecho nada. Así lo aseguró ayer el concejal de Orihuela Costa, José Antonio Aniorte, quien expuso que han sido dos y no uno los derrumbes que se han producido en la zona; concretamente, el del 30 de junio y otro ocurrido el pasado lunes, día 26 de julio. La administración local considera que la responsabilidad en todo lo que ocurra en este punto del litoral es de Costas porque se trata de un bien que está situando en el dominio marítimo-terrestre.

Aniorte explicó que, cuando se produjo el primer desprendimiento, el Ayuntamiento lo notificó al Servicio Provincial de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Este órgano, insistió el concejal, es el competente para evaluar y tomar una decisión al respecto, puesto que se trata del dominio público marítimo.

Ante el silencio de Costas después de la notificación el propio Aniorte habló por teléfono con personal del servicio del MARM, quienes le dijeron, según aseguró ayer, que el asunto se había trasladado "a Madrid". Varios días y otro derrumbe después, el concejal volvió a avisar al servicio estatal sobre lo que había ocurrido para que hicieran algo. Esta vez le aseguraron que los técnicos visitarían la zona el pasado martes, si bien el edil esperaba que durante la tarde de ayer, miércoles, se produjese la evaluación de los expertos.

Acordonar

El concejal detalló que la Policía Local "acordonó la zona con precinto policial" el día que se produjo el primero de los desprendimientos, al tiempo que se apartó la rocalla para que "los usuarios pudiesen pasar". Aniorte rehusó evaluar el peligro que puede suponer bañarse en el Barranco Rubio hasta que conozca la opinión de los técnicos del MARM en un informe oficial.

Preguntado por la posible causa del desprendimiento, el concejal indicó que la piedra que forma el acantilado "está mal", algo que constatan los vecinos que pasan cada día pasan por la zona, pese al peligro que conlleva, porque el acantilado prácticamente está formado por areniscas.

Otras calas similares

El delegado de Orihuela Costa también expuso que existen varios informes municipales sobre la cala de Cabo Roig en las que se alerta del mal estado de la rocalla, por lo que "en cualquier momento puede haber un desprendimiento".