Un castillo piromusical puso fin a medianoche a diez días de fiestas en Guardamar del Segura y las cábilas absorbieron después las últimas energías de los Moros y Cristianos. Sobre las 21 horas (tras una recepción en el Ayuntamiento) la procesión partió de la Iglesia, reuniendo en las calles a modo de despedida al pueblo, autoridades civiles y militares y cargos festeros representantes de todas comparsas.