Una barraca tradicional valenciana de las que se encontraban por la zona de la Vega Baja, construida a tamaño real y con los materiales más típicos es estos días la sala expositiva perfecta para las joyas que conservan los vecinos de Almoradí como si fueran valiosas piezas de anticuario. Barro, paja, cañas, cuerdas o sisca son los elementos a partir de los que ha tomado forma la barraca, que se inauguró el sábado por la noche en la calle Las Reinas y que se puede visitar hasta el miércoles 28.

Además de su valor en sí misma por recordar cómo eran las estancias de las casas antiguas, esta construcción visitable en medio de la calle es también el museo de la Peña Huertana Los Santicos de la Piedra, una asociación vecinal que cumple quince años en su afán por recuperar y conservar los signos distintivos locales, los trajes típicos, los muebles antiguos, los instrumentos de labranza del campo o las recetas que han conformado la identidad del pueblo desde hace décadas e incluso siglos.

Así, los visitantes podrán encontrar en la barraca a varios miembros ataviados con trajes de huertanos que les mostrarán cómo eran las planchas de carbón o los lavabos que se usaban con jarras de agua. Verán los instrumentos para trabajar el cáñamo, tan típico de la comarca, cómo eran los hornos de leña y los pozos; conocerán los arados que arrastraban los animales de carga... Cada elemento perteneció a una familia del pueblo, que lo ha donado a la asociación o lo ha querido incluir en una exposición pensada para que los más mayores puedan reencontrarse con el escenario en que pasaron su infancia, y para que los más pequeños no olviden cómo vivieron sus abuelos. Parte de la muestra es también un manto bordado a mano, una antigua máquina de coser o los instrumentos de cocina más rudimentarios.

Bando de la huerta

La Peña también celebró anoche un bando de la huerta por las calles de la ciudad, un desfile con la participación de agrupaciones festeras de toda la comarca con trajes típicos, carrozas con alegorías huertanas, coches y motos antiguos. Para el público y los participantes también se repartieron embutidos de la zona y como bebidas típicas.