El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, hizo ayer en Torrevieja una de esas visitas que le gusta hacer a cualquier político. A las once de la mañana visitó junto al alcalde, Pedro Hernández Mateo, el solar donde el Gobierno anunció en 2005 una Comisaría y comprobó que seguía siendo un descampado. Acto seguido ambos se fueron al salón de plenos del Ayuntamiento y destilaron críticas a diestro y siniestro contra el PSOE, personificado en el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien acusó de haber paralizado el proyecto más prometido para la quinta ciudad de la Comunidad, "pero permitiendo que en este tiempo se haya autorizado la construcción de diez, en su mayoría, en municipios gobernados por el PSOE". Y el alcalde apostilló: "En Ibiza se dieron tanta prisa que ha estado levantada en 9 meses".

A Castellano este asunto no le llegaba de nuevas porque Hernández Mateo defendió hace un par de meses ante el pleno de las Cortes una propuesta, que se elevó al Gobierno, para que cumpliera con la promesa que hizo al principio de la anterior legislatura para construir comisarías en todas las poblaciones valencianas de más de 30.000 habitantes. El caso más sangrante de todos es sin duda el de Torrevieja porque de nada le vale tener más de cien mil habitantes en invierno y triplicar esta población en los meses de verano. Como Interior no ha contestado a la petición que le elevó el Consell, los dos políticos del PP aprovecharon ayer para hurgar un poco más en herida al tiempo que recordaban que, "según los datos de Interior, la Comunidad está 15 puntos por encima de la media nacional en número de delitos. Y la Vega Baja supera a ésta en tres o cuatro puntos", dijo el conseller.

Pero Castellano, que buscaba poner un lazo en forma de titular a tanta crítica, anunció que ante esta situación y por el "sentido de lealtad constitucional" que la Generalitat tiene con el Ministerio del Interior", habían decidido solicitar una entrevista urgente con Pérez Rubalcaba para ver cómo respira en este asunto y, en último término, ofrecerle la posibilidad de cofinanciar los 7 millones de euros que cuesta levantar el edificio -el Ayuntamiento dice que ya le costó el solar y el proyecto otros 2,5 millones-. El ofrecimiento público que ayer hizo Castellano -quien probablemente ya supiera a esa hora que el ministro de Fomento acababa de anunciar más recortes sobre proyectos de inversiones anunciados y prometidos por el Gobierno a diversas comunidades- se basa "no tanto en que cumplan una promesa, sino que es (la Comisaría) una necesidad, porque una de las principales preocupaciones de los ciudadanos es la inseguridad".

El conseller también recordó que al Ministerio del Interior se le presentó para la firma un protocolo de colaboración entre ambas administraciones a fin de que se procediera a la rehabilitación de las casa-cuartel de la Guardia Civil o de las comisarías de la Comunidad Valenciana de un modo ágil a través de este modelo que supondría una cofinanciación al 50%. El proyecto tiene una importancia vital para cientos de familias de guardias civiles que residen en las cerca de 250 casas-cuartel de las tres provincias valencianas. En muchos caso, en edificios que están prácticamente para echar a tierra por su mal estado, en el que el agua caliente no llega o donde ni tan siquiera se reponen las bombillas fundidas, realidades que, por ejemplo, se padecen muy a menudo en la de Torrevieja.