Ha sido la cuarta generación la que ha dado el salto a la red. María Antonia Ferrández es nieta, hija, esposa y madre de agricultores dedicados a los cítricos y asegura que, de no ser por haber dado el salto a internet, "habría tenido que cerrar el negocio porque no ganaba para gastos". Así, María Antonia decidió encargar el diseño de una página web en 2006 y cuatro años después ha vendido unos 60.000 kilos de productos de sus campos: Naranjas, mandarinas, pomelos y limones a través de Internet. Como ella, otros agricultores de la comarca está viendo su futuro en iniciativas como ésta.

Aunque todavía no se destina el cien por cien de la producción (medio millón de kilos, aproximadamente) a la venta a través de la red, el objetivo es que "en dos o tres temporadas" se distribuya toda la cosecha de esta manera.

El secreto del negocio, asegura después de la experiencia que le dan estos cuatro años, es "vender directamente el producto recién recogido", indica la agricultora, quien detalla que los cítricos llegan a las casas de los compradores 24 horas después de que los frutos hayan sido recogidos del árbol.

Aunque la producción es "integrada" (se utilizan unas cantidades controladas de fertilizantes y pesticidas), los cítricos no sufren procesos posteriores de encerado o maduración y tampoco son conservados en cámaras frigoríficas.

Al no disponer de vehículos de distribución propio, la empresa ha optado por contratar un servicio de mensajería urgente para que los productos lleguen cuanto antes a los clientes. Entre los clientes habituales, hay particulares del País Vasco, Madrid, Barcelona y Galicia, si bien la empresa ya piensa en extender el negocio a restaurantes y fruteros de diversos puntos de España.

Además, esta agricultora de la Vega Baja intentará en las próximas campañas desestacionalizar la venta de sus naranjas mediante el cultivo de las denominadas variedades "tempranas". Con esto, la temporada de naranjas, que abarca de noviembre a finales de mayo, podrá prorrogarse un par de meses más y con ello mantener su negocio abierto al público durante más tiempo y, consecuentemente con ello, aumentar su rentabilidad.

Negocio

"La gente me llama y me dice lo buenísimas que están las naranjas", asegura María Antonia, quien reconoce que es una de las cosas que más le satisface de esta arriesgada experiencia porque "antes no valoraban las naranjas, ahora sí", dice María Antonia. Y es que las mejores variedades, según la agricultora, han sido las escogidas para relanzar el negocio familiar.

En este sentido, desde la web www.naranjasgourmetdeorihuela.es se pueden adquirir cajas de diez o quince kilos de naranjas "navelate", "navel lane late" y "navelinas", así como mandarinas "clementinas" y "clemenvillas", pomelos "star ruby" y limones "verna". Los precios oscilan entre los 25 y 30 euros la caja y también existe la posibilidad de pedir cajas mixtas, que contienen dos tipos de productos diferentes.

Así, la calidad y las vitaminas llegan intactas a las mesas de los compradores, que suelen repetir en la compra de estos productos "made in Orihuela". "No pensaba que el gancho de "naranjas de Orihuela" iba a tener tanta aceptación", comenta la agricultora al explicar el éxito que tienen los cítricos de este municipio en el resto de la Península.

De esta manera, María Antonia considera que competir con mayoristas en precio "es imposible", por lo que el mayor valor de sus productos es la "calidad". Además, el servicio de esta empresa familiar es impecable, ya que todo se cuida hasta el último detalle: "Hay clientes que me piden hojas de limonero para hacer comidas y se las mando. Esas cajas tienen un olor extraordinario", añade la empresaria.