Un vecino de la urbanización Ciudad Quesada, en Rojales, puso ayer en vilo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado después de que llamara al 112 para informar que había cometido un crimen, según diversas fuentes consultadas por este periódico. El anuncio provocó ayer por la mañana un amplio despliegue en el que intervinieron hasta tres patrullas de la Guardia Civil y otra de la Jefatura Local de Policía, además de una ambulancia para el traslado de posibles heridos.

Los hechos sucedieron a primera hora después de que el joven británico asegurara, vía telefónica, que había cometido lesiones contra un familiar. Todo ocurrió en una de las urbanizaciones más grandes de la provincia y que condensa a buena parte de la colonia europea que reside en Rojales.

Todo comenzó a las 11 de la noche del domingo cuando el joven telefoneó al 112 asegurando que tras haber discutido con un vecino, éste le había manipulado los conductos del gas. Alertaba de que estaba en peligro, por lo que se movilizaron tanto dotaciones de la Policía Local de Rojales como efectivos de la Guardia Civil. Al llegar se percataron de que nada de eso había sucedido. A pesar de eso, invitaron al joven a que se presentara en la Comandancia al día siguiente para presentar la denuncia que considerara oportuna. Pero en vez de hacer ayer dicha acción, volvió a llamar al teléfono de emergencias para informar que atentaría contra un familiar. Al instante se estableció un dispositivo de seguridad en el que estuvieron involucrados efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local de Rojales y una ambulancia del Samur. Eran las 11 de la mañana.

La situación obligó a los agentes a desplazarse hasta la casa realizando el protocolo de seguridad y utilizado chalecos anti-bala al no saber qué se iban a encontrar.

Cuando llegaron encontraron la vivienda cerrada. El joven no opuso resistencia y abrió la puerta, pero un fuerte olor a gas recibió a los agentes. Además, el individuo tenía un cuchillo entre sus manos. Los Cuerpos de Seguridad redujeron al joven en pocos segundos sin que nadie resultase herido y sin necesidad de utilizar la fuerza.

El joven reside en la vivienda con sus padres que, al parecer, no se encontraban desde hacía varios días en la casa. Algunos vecinos se acercaron al lugar al darse cuenta de la fuerte presencia policial en la zona. El detenido fue trasladado en una ambulancia medicalizada hasta el Hospital de Torrevieja, donde quedó ingresado en Observación y bajo custodia policial ayer al mediodía. Al cierre de esta edición el joven continuaba en el centro sanitario a la espera de un diagnóstico y decidir qué se hacía con él.