Desde primera hora de la tarde se veía a jóvenes cargados de palés camino de las playas. Es la noche más corta del año y la más larga para miles de personas que celebran un rito que, con los años, va ganando adeptos. Las hogueras se realizan en cualquier lugar en un rito pagano y se espera, con paciencia, a las doce de la noche para este disfrute tan especial. En Torrevieja, el paseo Juan Aparicio fue el mejor escenario para un espectáculo piromusical que duró un cuarto de hora y en el que se disparó casi una tonelada de pólvora. Asimismo, se instaló varias torres de sonido a lo largo del paseo con 80.000 vatios de potencia. Los fuegos artificiales surgieron tanto desde tierra como desde el mar. En Rojales, medio centenar de vecinos revivieron la leyenda de La Encantá, recuperada hace 30 años y que rememora la historia de una princesa mora que cada cien años salen del Cabezo para que un joven rompa su hechizo.