La sección VII de la Audiencia, con sede el Elche, ha condenado a penas de 17 años y medio de prisión a la pareja acusada de matar a su hija, un bebé de dos meses, en enero de 2008 en Torrevieja. Los progenitores de la niña, de nacionalidad británica y sin antecedentes, fueron juzgados la semana pasada por un jurado popular, que los declaró culpables de un delito de asesinato, "concurriendo la circunstancia agravante de parentesco", según consta en la sentencia emitida.

La resolución recoge como hechos probados que los procesados "siendo conscientes del riesgo vital que ello conllevaba, dejaron de prestar a la menor los cuidados que por razón de su edad precisaba, no proporcionándole el alimento indispensable para su correcto desarrollo, ni la atención médica adecuada". En la sentencia también se expresa, que los procesados, que en aquella época tenían 19 y 21 años, golpearon a su hija desde que tenía un mes y hasta el momento de su fallecimiento, "en diversas ocasiones, propinándole manotazos en la cara y en la cabeza". Además, "como consecuencia de una caída accidental, la niña presentaba un golpe en la cabeza, y aún así -los padres- ni se dirigieron a centro médico alguno ni solicitaron asistencia facultativa, a sabiendas de su probable muerte", según se recalca en la sentencia emitida.

La niña tenía dos lesiones cerebrales de origen traumático, presentando además dos fracturas craneales de origen contusivo, además de un deficiente desarrollo ponderal en relación con su edad y peso. Estas lesiones, "unidas al mal estado general y deprimido de la niña y al abandono consciente de las consecuencias de su despreocupación provocaron su fallecimiento", que se produjo cuando tenía poco más de dos meses.

Durante el juicio los forenses declararon que pese a ser dos lesiones, no descartaban que se debieran a un solo golpe "y que éste proceda de una caída", ya que a su juicio, también se podía descartar un golpe directo. Asimismo éstas se produjeron unos cuatro o cinco días antes de la muerte de la pequeña. Del mismo modo, los profesionales también explicaron que el hematoma en el ojo que presentaba la niña podía ser consecuencia de la fractura del cráneo. Sin embargo, de todas las pruebas practicadas por testigos y forenses se expresa que "queda probado que eran conscientes y culpables de la desnutrición de la niña, de su desatención médica y de la ausencia de cuidados adecuados, lo que "en conjunto, han provocado el debilitamiento y posterior muerte de la menor" por lo que se les considera "criminalmente responsables de la muerte de la niña". El fiscal pedía para ellos entre 17 años y medio y 19 años de cárcel.