El presupuesto del Ayuntamiento de Orihuela para el año en curso asciende a 68.796.678,31 euros (dos millones más que en 2009 pese a la crisis), "está perfectamente equilibrado en ingresos y gastos y ha sido un trabajo afanoso". Así introdujo la alcaldesa, Mónica Lorente, las previsiones económicas de 2010 que aún no se han aprobado. El trámite que se anuncia para julio. El proyecto de presupuestos ha pasado ya por junta de gobierno y "se caracteriza por la disminución del gasto corriente, un 53,19 %, en el marco del plan de austeridad que anunciamos, pero con una importante excepción en las políticas sociales, de bienestar social, empleo, educación y sanidad (donde el gasto asciende hasta 3,6 millones de euros)".

Los ingresos caen en picado, anunció la primera edil (un 63,9% menos que el año pasado), y Lorente culpó de ello al Gobierno central "porque en los tributos del Estado pasamos de 23 millones de euros a 17". Aún así, insistió la alcaldesa, "el Ayuntamiento ha previsto la congelación de todos los impuestos y tasas que dependen de nuestra competencia, porque ya dentro de un par de semanas el Gobierno sube insolidariamente el IVA y no vamos a presionar más a las familias". En esta línea, se mantienen las bonificaciones en el recibo del agua para desempleados, familias numerosas y las rentas más bajas, y "aunque supone menos ingresos, también mantenemos ayudas en el IBI y en la VPO".

"El Ayuntamiento está bien"

Lorente aseguró que "pese a todo, el Ayuntamiento de Orihuela está bien económicamente porque vamos a tener una inversión municipal de diez millones de euros. Siempre he manifestado que el FEIL 2 y el Plan Confianza nos han aliviado el capítulo de inversiones (suman 28 millones de euros que provienen del Gobierno central y del autonómico) y vamos a mantener una fuerte inversión de 38 millones para cumplir de la "A a la Z" nuestros compromisos".

La alcaldesa enumeró algunas de las partidas de inversión presupuestadas, entre las que se encuentran la reforma del consultorio médico de San Bartolomé, la construcción de centros cívicos en Barbarroja o Virgen del Camino, el asfaltado y acerado en partidas rurales o nuevas redes de agua potable, así como la mejora de seguridad vial en Correntías.

Nuevas competencias

Desde que Orihuela fue declarada Gran Ciudad, el Ayuntamiento está en proceso de cambio. La junta de gobierno de ayer también aprobó llevar a pleno la designación del edil David Costa como "concejal-secretario de la Junta de Gobierno Local" y asignarle nuevas competencias en gestión de recursos humanos y contratación administrativa. De forma similar, se amplía el cometido de otros ediles: Antonio Rodríguez Barberá concederá las licencias urbanísticas, ambientales y cédulas de habitabilidad en pedanías y casco; Antonio Lidón asumirá el desarrollo de la gestión económica del presupuesto; Ginés Sánchez concederá las licencias de taxi; Antonio Ortiz otorgará las de animales potencialmente peligrosos; y José Antonio Aniorte las cédulas de habitabilidad en la costa. Además, todos ellos tramitarán de principio a fin los expedientes sancionadores correspondientes a sus áreas.

Otra de las novedades será la delegación de competencias que hasta ahora tiene el pleno en "comisiones delegadas de pleno", que se constituirán en los próximos meses. Habrá ocho para sustituir a las actuales "comisiones informativas" (entre ellas, por ejemplo, la Comisión Delegada Especial de Cuentas o la de Educación, Sanidad y Consumo). En estos órganos se aprobarán y modificarán las ordenanzas y reglamentos municipales, se podrán crear organismos autónomos o gestionar las entidades públicas empresariales y también ejercer acciones judiciales. El pleno quedará para "planeamiento urbanístico general, resoluciones definitivas de urbanismo y sobre todo para debate político, copiando un poco el modelo del Gobierno central".

Según Lorente, el objetivo de estos cambios es ganar en "rapidez y prontitud de gestión", pues se eliminan escalones burocráticos, como que Alcaldía tenga que firmar determinadas decisiones.