La incapacidad de la Generalitat Valenciana a la hora de tomar decisiones, algo que se ve claramente reflejado en la Conselleria de Infraestructuras que ha sido incapaz de sacar ni uno solo de los grandes proyectos prometidos para la Vega Baja en esta legislatura, puede tener su colofón cuando el Gobierno anuncie que el Corredor Mediterráneo se aleja del sur de la provincia, buscando Almansa y por ende la Comunidad de Castilla-La Mancha, por la falta de una respuesta decidida de la Administración autonómica valenciana a los requerimientos que se le han hecho para que defina sus zonas de actividad económica, sus ejes logísticos. Un mapa en el que no aparece en estos momentos la Vega Baja, pese a que muchas primeras marcas nacionales -el primer "enganche" fue Mercadona- la hayan elegido para este cometido y se hayan asentado en este territorio generando puestos de trabajo y diversidad a la actividad económica, algo cada vez más necesario.

La propia Universidad de Alicante avala con un estudio encargado por varios ayuntamientos -entre ellos, Callosa de Segura, San Isidro, Granja de Rocamora o Catral- la perspectiva de futuro que se abren tanto para el sistema de transporte nacional como internacional de mercancías, lo que en un futuro se definirá como Corredor Mediterráneo y que recorrerá de norte a sur la península ibérica. El estudio ha sido encargado al ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Armando Ortuño Padilla, en su condición de profesor de Ordenación del Territorio y Planificación del Transporte de la Universidad de Alicante.

La situación actual es muy delicada porque la Conselleria de Infraestructuras se niega en redondo a "meter" a la Vega Baja como un nudo logístico de la Comunidad Valenciana y decírselo al Ministerio de Fomento que, en definitiva, es el que tiene la última palabra, sin informes que lo avalen. Algo que llama la atención cuando, precisamente, hace ahora un mes y medio otra conselleria, la de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda presentaba en Orihuela su Plan Estratégico 2010-2030 para la Vega Baja en el que textualmente se lee "...la consolidación de un eje ferroviario Alicante-Elx-Orihuela-Murcia, tanto en alta velocidad como en cercanías, así como su integración en el Corredor Mediterráneo de mercancías". Y, no sólo eso, además plantea un "clúster agroalimentario", con epicentro en Orihuela, del que pretende sea de los "más importantes del arco mediterráneo". Los alcaldes de los municipios más afectados ya mantuvieron una reunión con el conseller de Infraestructuras, Mario Flores. Algunos de los presentes salieron con la sensación de que no existía la más mínima sintonía, de que el conseller no sabía de qué le hablaban. El PSOE, en este asunto, ya ha comenzado a hacer la "guerra" por su cuenta, algo que probablemente llevará a la ruptura de los alcaldes -de ambos signos políticos, PSOE y PP- que lideran este proyecto.