Ocho de los doce argelinos y marroquíes detenidos en la Vega Baja y Beniel (Murcia) como presuntos miembros de una peligrosa banda de atracadores de viviendas y comercios han ingresado en prisión preventiva tras pasar a disposición judicial ayer en los juzgados de Orihuela, Torrevieja y Murcia. Otros tres quedaron libres tras declarar en dependencias policiales y un cuarto quedó en libertad tras comparecer en el juzgado de Torrevieja. La Comisaría informó ayer de la operación realizada por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante y de momento se les imputan doce robos con intimidación en casas y establecimientos comerciales de la Vega Baja y en varios municipios de Murcia, entre ellos el asalto frustrado a un empresario de Jumilla en el que murió uno de los delincuentes por un disparo fortuito de otro miembro del grupo.

Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) realizaron cinco registros domiciliarios tras efectuar las doce detenciones en Torrevieja, Pilar de la Horadada, Orihuela y Beniel y se incautaron de numerosas joyas, relojes, cámaras de fotos, teléfonos móviles, equipos informáticos y electrónicos y bolsas con herramientas. La Policía tratará ahora de averiguar la procedencia de todos estos efectos para devolverlos a sus propietarios e imputar nuevos hechos delictivos a la banda de ladrones.

Los arrestados solían acceder de madrugada a las viviendas y provistos de armas para intimidar a sus moradores y apoderarse de efectos de valor, principalmente joyas, dinero y artículos electrónicos. Para cometer los robos usaban coches sustraídos, uno de ellos en Almoradí, y cuando escogían un objetivo decidían cuantas personas y qué armas se necesitaban para el asalto. La Policía, bajo la tutela del juzgado de Instrucción 5 de Torrevieja y la Fiscalía contra el Crimen Organizado, seguía la pista a la banda desde hacía tres meses y el robo de Jumilla, donde murió uno de los asaltantes, permitió abrir una línea de investigación que condujo hasta el desmantelamiento total del grupo.