Los vecinos de Orihuela están llamados a hacer algo más por el medio ambiente. Además de reciclar papel y cartón, vidrio o latas, ahora también disponen de un espacio específico para depositar el aceite que sobra en las cocinas y que no debe, de ninguna manera, echarse por el fregadero. De hecho, cada litro de aceite que se va por el sumidero llega a contaminar mil litros de agua en el mar o en los ríos, porque las depuradoras no pueden separarlo.

Desde ahora habrá que guardarlo en botellas de plástico y depositarlo así en los contenedores naranjas. Cinco de ellos fueron instalados ayer (en el Puente del Rey, la calle Francisco Tormo de Haro, el parque Severo Ochoa o Capuchinos), y otros tantos se pondrán la semana próxima en otros lugares estratégicos del casco urbano. La intención es que se llegue a instalar cuarenta, los mismos que tiene la ciudad de Alicante.

El destino que se espera dar al aceite que los vecinos reciclen, explicó el edil de Aseo Urbano, Manolo Abadía, será enviarlo a la empresa "Arcos 23", en Alicante, para convertirlo en "biodiésel" que pueda volver a Orihuela y ser usado como combustible en los coches municipales o en los autobuses. Y así, "cerrar el círculo".