La lonja pesquera del puerto de Torrevieja recuperó ayer su actividad tras permanecer paralizada desde finales de mayo, cuando la flota pesquera de cerco en bajura que opera en los caladeros de la costa torrevejense se desplazado hasta el litoral norte de la provincia alicantina, en aguas de Jávea y Altea, donde han estado faenando varias semanas.

El desplazamiento de los pesqueros sobrevino porque las especies de pescado de cerco, principalmente sardina y boquerón, fue ron desapareciendo paulatinamente a lo largo del pasado mes de mayo hasta el punto de ser prácticamente nulas.

En la reanudación de la subasta las capturas ofertadas fueron más de 16.200 kilos de boquerón y sardina, que alcanzaron muy buen cotización en lonja, que facturó ayer cerca de 43.600 euros. La caja de boquerón, conteniendo doce kilos de pescado, se cotizó entre 33 y 35 euros, y las de sardina, de las mismas características, se pagó entre los 28 y los 30 euros.

Cabo las Huertas

Las capturas subastadas ayer en de Torrevieja fueron conseguidas todas ellas en aguas del litoral de Alicante, frente a Cabo las Huertas, en un punto equidistante a las lonjas de Altea y Torrevieja. El hecho de que los barcos se desplazaran hasta la lonja torrevejense se debe a que los pescadores la prefieren por contar con más amplitud y servicios.

En este contexto la situación de escasez padecida este año en los caladeros del litoral de Torrevieja, es la otra cara de la moneda respecto a la actividad del año pasado por estas fechas donde la abundante presencia de melvas (pescado azul de la variedad de los tímidos) congregó durante varios meses a toda la flota pesquera en aguas del distrito marítimo de la localidad.