El reto no era sencillo y sólo los profesores saben las horas que han tenido que dedicar este curso, aunque especialmente durante el último trimestre, para que todo saliera a pedir de boca. Han conseguido que los niños se aficionen a la lectura a través de los cuentos y que sean capaces de ponerlos sobre un escenario, además, entre canciones y juegos. Protagonistas de un espectáculo que a buen seguro tendrá continuidad en próximos cursos.