"Sólo fue un forcejeo entre ambos. Nunca intenté acabar con su vida". Con estas palabras negó ayer ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Alicante L.A.M.G., los presuntos episodios de violencia en los que, según la Fiscalía, agredió a su pareja sentimental intentando estrangularla en el domicilio que compartían en Guardamar del Segura.

El procesado relató que la relación entre ambos era "cordial" hasta el momento en el que se registraron los hechos y que las discusiones comenzaron cuando sorprendió a su mujer "manteniendo conversaciones con otros hombres a través de un "chat" de internet" y tras diversos gastos de "elevadas cantidades económicas".

El encausado rechazó de manera rotunda que en alguno de los enfrentamientos intentara "poner fin" a la vida de su esposa. "Hubo empujones entre ambos pero nunca cogí un cable e intenté ahogarla ni tampoco la agarré por el cuello".

La sala escuchó también el testimonio de la víctima quien insistió en que en dos momentos diferentes el acusado intentó matarla tras comunicarle su propósito de "abandonar" el domicilio familiar llevándose al hijo menor del matrimonio. La mujer subrayó que se desencadenó una situación de tensión, en la que " él me tiró al suelo tras un empujón y comenzó a taparme la la boca con una mano para que no chillara y con la otra sujetaba el cable en mi cuello".

En este sentido, advirtió de que fue una de sus hijas quien tras golpearle para que la soltara salió de la vivienda corriendo para dar aviso a la Policía de lo que ocurría.

Los hechos sucedieron el pasado 14 de diciembre 2009 cuando, según el relato de hechos del ministerio fiscal, el procesado empujó "de manera violenta a su esposa y con el ánimo de acabar con su vida colocó un cable alrededor de su cuello intentando estrangularla". Una agresión que cesó cuando accedió al domicilio la hija del matrimonio.

Lejos de ser un episodio aislado, dos días después el hombre volvió a atacar presuntamente a la víctima y, siguiendo el mismo "modus operandi", la atacó "arrojándola violentamente al suelo ejerciendo presión con sus rodillas en la parte del cuello". De nuevo tomó parte en la discusión una de las hijas, quien tras golpear a su padre para que soltara a la mujer y ver que no obtenía resultado acudió a la Policía Local de la localidad para pedir ayuda.

En su declaración de ayer ante el tribunal, la joven matizó el testimonio ofrecido en la fase de instrucción subrayando que "en ningún momento temió por la vida de su madre" y que ofreció esta versión a los agentes "bajo las pautas de ésta". Junto a su intervención se escucharon también los testimonios de médicos forenses y policías locales de Guardar del Segura, quienes destacaron el "estado de nerviosismo" que presentaba la víctima el día de los hechos, así como la detección de varios "hematomas en su cuerpo".

La Fiscalía pide para el acusado una pena de 15 años de prisión por dos delitos de homicidio en grado de tentativa, mientras que la defensa solicita su libre absolución.