Los 30 trabajadores del Hotel Spa Villa de Catral que protestan desde el viernes al no percibir sus salarios, en algunos casos desde hace tres meses, comenzaron ayer a recoger firmas entre los vecinos de Catral. Éstas serán enviadas al Defensor del Pueblo para que intermedie y se pueda poner fin a esta situación laboral. "No sabemos ya a dónde acudir porque todos dicen que no pueden hacer nada. Estamos atados de pies y manos", señaló ayer una portavoz de los trabajadores del hotel.

Según los empleados, el hotel ha sido "abandonado" por su propietario, Urbano Rubio, cerrado las puertas por la falta de suministros de todo tipo y sólo permanecen en él los trabajadores porque mantienen sus contratos de trabajo vigentes y no pueden dejar de cumplir con sus horarios ante la posibilidad de ser despedidos, a pesar de la situación que están sufriendo desde hace meses.

"Sólo queremos cobrar lo que nos deben y tener la posibilidad de apuntarnos al paro, pero en estos momentos ni una cosa ni otra. Estamos en tierra de nadie y ni siquiera estamos seguros de que la empresa haya pagado por nosotros ante la Seguridad Social" reiteraba este portavoz de los empleados.

Mientras tanto, explica, "no tenemos señales de vida del propietario del hotel y esperamos que alguien nos ayude, pero nada". Los trabajadores afectados por el conflicto laboral son en su mayor parte de Catral y de municipios cercanos como Crevillent, Rojales o Dolores.