Intentando mantener un semblante serio, aunque sin poder disimular su emoción, cabizbajo para que su timidez pasara inadvertida, Víctor Rodríguez Vidad, de 75 años de edad, fue ayer nombrado en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Almoradí como Hijo Predilecto en un acto lleno de sentimiento y cariño que supuso un abrazo sentido de todas las fuerzas sociales, no sólo del municipio, sino también de otros próximos que se vieron en la obligación de acudir a este homenaje. El título reconoce su servicio y dedicación tanto al municipio como a sus vecinos durante los 45 años que ha ejercido como médico-pediatra, así como los 35 años que ha sido juez de Paz, labor que continúa desempeñando.

En un salón de Plenos de Almoradí, que se quedó pequeño para acoger el acto, la Corporación municipal, por unanimidad de los tres grupos políticos -PP, PSOE e IU-, emitieron un voto favorable para que Víctor Rodríguez recibiera la distinción y su nombre figure para siempre en el libro de honor y distinciones municipales.

"Gracias por este honor inmerecido, porque sólo he tratado de cumplir con mis obligaciones", dijo Víctor Rodríguez dirigiéndose al público presente en el acto, donde destacaba sus familiares y, entre ellos, su esposa, María Teresa Pertusa; sus hijos, alcaldes de la comarca y jueces de Paz de otros municipios de la comarca de la Vega Baja, así como el ex alcalde de Almoradí, Antonio Alonso, quien fue el primer responsable municipal que confío en el galardonado para nombrarlo juez de los pleitos de sus vecinos.

Elogios

Durante más de una hora, "Don Víctor" como lo conoce todo el mundo, recibió todo tipo de elogios de los allí presentes.

Así, el portavoz del PSOE, Javier Cañizares, lo describió como "uno de aquellos médicos de pueblo que iban a las casas. Un médico rural y humano". El portavoz de IU, José Mateo Pertusa, dijo de él que "cuando los servicios médicos no eran como los de hoy "Don Víctor" nos daba tranquilidad por tenerlo cerca, bien cerca, a las puertas de nuestras casas".

Por su parte, la portavoz del Partido Popular, María Quiles, le agradeció su dedicación en nombre de tantas madres e hijos a los que ha ayudado. Mientras que, por último, el alcalde, Antonio Angel Hurtado, se refirió al homenajeado afirmando que "has dejado huellas de amor en el municipio de Almoradí".

Al concluir el acto, los compañeros de Víctor Rodríguez le entregaron un bastón de mando, mientras que el secretario autonómico de Justicia, Jorge Cabrer, le hizo entrega de una placa en reconocimiento a su labor, dedicación y entrega durante tantos años -es uno de los más longevos de España- como juez de Paz.

Finalmente, el alcalde le impuso el escudo de oro de la ciudad en el momento de más emoción en el que todo el mundo contuvo la respiración.

El acto acabó con un aplauso cerrado al homenajeado, entre los besos y abrazos que recibió en una jornada memorable del pueblo de Almoradí que no olvidarán los presentes.