Mónica Lorente, alcaldesa de Orihuela y vicepresidenta de la Diputación, se marcha hoy a primera hora a Nicaragua y Panamá. Serán nueve días de periplo centroamericano en la que le acompañarán, entre otros, la diputada provincial Maria Asunción Prieto y los alcaldes de Granja de Rocamora, Callosa de Segura o Daya Vieja. El objetivo es supervisar unas obras solidarias (escuelas) financiadas con aportaciones de esos municipios y la institución provincial, según explicó a los miembros de la junta de portavoces del Ayuntamiento de Orihuela porque este viaje va a forzar el retraso del pleno ordinario de mayo al 1 de junio. Pero va a retrasar otros compromisos.

Fuentes del equipo de gobierno del Partido Popular confirmaron ayer que la primera edil estará ausente del municipio durante ese periodo. Desde hoy viernes hasta el domingo día 30 de mayo.

La presencia de la alcaldesa estaba prevista para hoy y mañana en el IX Seminario Internacional de las Ciudades Históricas del Mediterráneo. El sábado aparece en el programa entre los componentes de la asamblea de este evento. El sábado todos los militantes del Partido Popular (PP) están convocados para realizar un balance de gestión de los tres años de mandato del presidente de la Generalitat, Francisco Camps en Valencia, que se ha interpretado como un acto de respaldo multitudinario al jefe del Consell tras el fallo del Supremo que le acerca al banquillo por el caso Gürtel.

Pero estos no son los únicos actos a los que dejará de acudir la alcaldesa. Quizá su ausencia más simbólica y polémica será la que protagonice al no acudir al pleno de las Cortes Valencianas el miércoles en el que está previsto, según fuentes del PP, que se ratifique la declaración de Orihuela como Gran Ciudad. Uno de los principales ejes del programa político de la alcaldesa desde que asumió la alcaldía en 2007. A ese acto sí que acudirán algunos miembros de la oposición. La defensa del proyecto corre a cargo del diputado campista Andrés Ballester, también oriolano y enemigo político de Mónica Lorente desde hace años. La condición de Gran Ciudad o municipio de gran población permitirá a Orihuela contar con más recursos para modernizar su administración, entre otras ventajas. Fuentes del equipo de gobierno indicaron en este sentido que la voluntad municipal es que la decisión del Consell pueda ser celebrada por todo lo alto por los propios vecinos de Orihuela y que la declaración en las Cortes Valencianas no deja de ser un formalismo.

Perplejos

Ayer la actitud de la alcaldesa causó perplejidad entre las filas de la oposición del PSOE y Los Verdes (LV).

El edil Monserrate Guillén (LV) explicó que no acaba de entender que el viaje de la alcaldesa pudiera demorar un pleno ordinario aunque las comisiones para preparar el presupuesto, que lleva cinco meses de retraso, se llevarán a cabo. Por su parte, Antonia Moreno del PSOE dijo que la ausencia de un alcalde en la declaración de Gran Ciudad por parte del Consell, si finalmente llega a producirse, será la primera que se produzca para este tipo de acontecimiento.