La denuncia pública de los padres de niños con discapacidad física del colegio público de integración La Paz de Callosa de Segura ha hallado solución temporal. Mientras su educadora está de baja, y después de que el claustro de profesores sugiriera a sus familias que no los llevaran a clase mientras no hubiera una persona para acompañarles al aseo y darles el almuerzo, el Ayuntamiento ha designado a un empleado municipal para que asuma estas labores mientras se cubre o se acaba la baja. Las áreas de Educación y Bienestar Social dan así satisfacción a las reclamaciones de los padres, al menos de forma temporal, después de que una de las familias acudiera a los medios de comunicación indignada por la sugerencia de los profesores.

Precisamente María José Ruiz, madre de uno de los alumnos con problemas motores, se mostró ayer muy agradecida al Ayuntamiento y a la asociación de padres y madres, que se habían volcado en su ayuda. El lunes se presento junto con otras familias de alumnos en Inspección de Educación, en Alicante, y el inspector José García Álvarez -quien esperaba su visita y conocía su caso tras leerlo en este diario- les aseguró que había gestionado la cobertura de la baja en un plazo de cuatro o cinco días, pero que la titular tenía previsto incorporarse en ese mismo plazo.

Añadió además que tiene solicitada una plaza de educador permanente para el colegio "La Paz" (que comparte una itinerante con otros centros en la actualidad), y que está aprobada por el Ministerio de Educación, pero que la Conselleria de Hacienda la echó para atrás por cuestión de presupuesto, siempre según la versión de las familias. La volverá a pedir para el próximo curso, pero confirmó a los padres que un convenio con el Ayuntamiento para que designen a un empleado municipal podría ser también una solución intermedia.