Las obras del nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Playa Flamenca llevan paralizadas siete meses. Estas instalaciones deben sustituir a los barracones en los que estudian más de cuatrocientos alumnos desde hace siete cursos. Fue la concejala socialista Rosa Martínez quien preocupada por esta situación preguntó recientemente al concejal de Educación, Antonio Ortiz sobre este asunto.

El concejal del área ha justificado a la edil que las obras, de cuya paralización no había informado, se iban a reiniciar "en breve" puesto que "se ha llegado a un acuerdo con la empresa constructora por un sobrecargo económico". Según las mismas fuentes, a estos problemas de "sobrecargo económico" se ha sumado el hecho de que la parcela para realizar el centro educativo, que el Ayuntamiento cedió en su día dentro del plan urbanístico de El Barranco, está afectada por la servidumbre de la autopista de Alicante a Cartagena. Un vial puesto en marcha a principios de esta década y que explota una concesionaria tras la adjudicación por parte del Ministerio de Fomento.

Las obras del instituto están presupuestadas en 7,9 millones de euros y fueron adjudicadas el 1 de agosto de 2008. Tenían un plazo de ejecución de 18 meses que se rebasó el pasado mes de enero y tan sólo se ha abordado hasta el momento la cimentación. Desde el mismo momento en el que se adjudicaron ya hubo un largo periodo de inactividad que se prolongó hasta el 12 de enero de 2009, momento en el que se puso la primera piedra. Los terrenos están situados en el sector El Barranco.

Preocupación

La construcción del instituto de Playa Flamenca salió a licitación por un importe de 9.476. 804 euros, aunque finalmente se contrató por un millón y medio menos. La paralización de las obras ha causado una gran preocupación en la comunidad escolar que, incluso, se está planteando iniciar movilizaciones porque al parón en las obras se suma la lamentable situación en la que se encuentran las instalaciones en barracones.

El actual IES Playa Flamenca, en aulas prefabricadas, se puso en marcha hace siete cursos. En esos barracones estudian más de 400 alumnos. El 70% son extranjeros. A la dificultad de realizar la docencia con tal diversidad de alumnado se suma los problemas de infraestructuras que, en este caso, no se limitan al hecho de que todas las dependencias sean en módulos prefabricados. Desde el primer curso los problemas con las infraestructuras han sido constantes.

Las aulas se ubicaron sobre una solera de hormigón, a su vez asentada en terreno ganado a un barranco, que desemboca a unos 800 metros en la playa. Esa solera se ha ido agrietando de forma paulatina cada vez que el terreno que la sostenía se "movía" a causa de las lluvias. Los movimientos del terreno provocan la presencia de ventanas y puertas desencajadas y grandes grietas en pasillos y patios. Los alumnos del centro han sido desalojados en varias ocasiones en los últimos años. La última, en noviembre de 2008. Es una situación denunciada no sólo por los padres, también abordada en reiteradas ocasiones por los sindicatos de docentes.