Con 25 años, Julia Casado Marco, es de Murcia, habla alemán y se defiende en inglés, ha vivido varios años en el extranjero y en su currículum ya cuenta con una titulación como Violonchelista, la Ingeniería Técnica Agrícola y dentro de poco el segundo ciclo de Enología. Precisamente ser la estudiante con mejor expediente académico en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (un 8,18 de media, casi un punto por encima de la segunda mejor nota) le valió ayer una beca de apadrinamiento en Vega Sicilia, para conocer desde dentro la bodega de Valladolid en época de vendimia, a partir de septiembre.

¿Cómo se escoge una titulación tan específica como la suya?

Hice mi proyecto de fin de carrera precisamente con un tema de "coupage" de vinos (mezclas de variedades o cosechas para compensar cualidades). Aunque sea un tópico, aúna la ciencia y el arte y para mí eso es muy importante, siempre he buscado algo así y encontré algo que me llenaba. No lo esperaba pero fue por casualidad.

Empezó un poco en la mesa, probando y experimentando...

Sí, pero como todo el mundo, me gusta comer y el vino, pero nunca me lo había planteado. Ahora creo que he encontrado mi vocación.

¿Qué tipo de trabajo le gustaría desempeñar?

La parte del trabajo de bodega, aunque también me gusta mucho el campo y me motiva mucho la agroecología, que me permite trabajar en ecológico. En otras parcelas o en otro tipo de producciones de la agricultura no es posible, pero en este campo sí ha ido muy rápido incluso en España (participó en un curso de agricultura ecológica en Cuba hace unos años).

¿La beca va a ser su primer contacto con una bodega?

He trabajado dos meses en una bodega alemana, aunque sólo vinificaban blanco. Ya tengo una idea de lo que es el trabajo, pero esto es más grande y de referencia mundial. Es una experiencia nueva, supone, además de currículum, la oportunidad de aprender.

Los enólogos obviamente detectan rápidamente cualidades que la mayoría de gente no percibe en un vino. ¿Qué te parecen los vinos de "tetra brick"?.

Cada vino tiene su sitio, y tiene que haber de todo en el mercado. Si haces una sangría, pues no le vas a echar un Vega Sicilia, le echarás un Don Simón u otro tipo de vino.

El calimocho (vino y cola) entonces no es un pecado...

(Se ríe) No, hombre... Si le echas un buen vino, un Vega Sicilia por seguir con el mismo ejemplo, sí es un sacrilegio muy gordo, pero si le echas un Casón Histórico, pues está bueno, con su azúcar.

Los profesionales de la Enología y la gente que suele beber buen vino, ¿son un grupo muy exquisito y de mucho dinero?

Estoy empezando a conocer este mundo más allá de la universidad, aún estoy muy dentro del cascarón, y aunque sí creo que el vino se presta a eso, al elitismo y a lo exclusivo, también me ha sorprendido que he visto a mucha gente que hace vino en sus casas, muchos agricultores o mucha gente de pueblos, bodegas muy pequeñitas que nacen de un proyecto y de una ilusión de gente a la que le gusta el buen vino y que lo está haciendo muy bien. Hay muchos ejemplos en España, así que yo diría que sí, es un mundo elitista, pero también tiene su lado de gente humilde y modesta a la que le gusta y lo valora.

¿Los restaurantes se cargan a veces su trabajo poniendo precios demasiado altos?

Es un tema importante... Como digo, estoy empezando a empezar y soy todavía una estudiante, pero los precios excesivos sí que afectan al mundo del vino.

Siendo estudiante y sin trabajo, ¿gasta mucho dinero en vino si sale por ejemplo a cenar?

No, sinceramente. Si pudiera sí.

Pero ante una carta de vino tampoco pedirá el de la casa...

O voy a una vinoteca y lo compro yo, o me acerco a una bodega. Es que es verdad que los restaurantes son muy caros...