Los niños de La Matanza, pedanía de Orihuela, ya tienen reglas del comedor: "No hacer cochinadas con la comida, no llenar el vaso de agua hasta arriba", reza la lista de la pared. Y es que ayer inauguraron su comedor escolar, aunque están haciendo uso de él medio centenar de alumnos desde octubre (de los 126 que tiene el centro). La alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, descubrió una placa con la ayuda de dos niños y explicó que el Ayuntamiento ha invertido 22.000 euros en dotar a la pedanía de un comedor que funciona con un catering (sin cocina) y que está abarrotado, lo cual "evidencia que la reclamación de los padres y madres era justa", admitió la primera edil.

Antes era un almacén de trastos viejos del colegio, ahora es la dotación escolar que permite respirar tranquilos a las familias de la pedanía: "Estamos muy contentos, el comedor nos hacía mucha falta porque los padres que trabajamos fuera teníamos que dejar a los niños con los abuelos y los vecinos", subrayó la vicepresidenta de la asociación de madres y padres de alumnos, María Teresa Escudero.

La inauguración del comedor se hizo coincidir con la apertura de la Semana Cultural del colegio, que este año se dedica a la poesía y que llevará a los niños a la Casa Museo de Miguel Hernández, pero que ya les ha ayudado a acercarse a su figura porque "la comparación era sencilla, era un niño de campo como son ellos", explicó la responsable del taller de animación a la lectura, María Luisa Morcillo.