La plataforma de asociaciones de madres y padres de los colegios oriolanos Miguel Hernández y Andrés Manjón, así como la del instituto Thader reiteraron ayer a este periódico que no van a aceptar soluciones intermedias ante el grave problema de espacio que sufren los centros educativos as los que acuden sus hijos. Estos colectivos están hartos de promesas incumplidas y hace algunas semanas se constituyeron en una plataforma para defender mejor sus derechos y tener una única voz ante las distintas administraciones que tienen que dar solución a sus reivindicaciones.

En concreto, aseguran que "extraoficialmente hemos oído" que las administraciones tienen previsto ofrecerles aulas prefabricadas o un turno vespertino en el instituto, a lo que no están dispuestos de modo alguno porque "después de veinte años permaneciendo los niños en barracones y de negligencias, no vamos a consentir que las condiciones educativas de nuestro hijos empeoren todavía más: No vamos a consentir que estudien de cuchitril en cuchitril hasta el año tres mil", ni tampoco que tengan que abandonar las actividades extraescolares que llevan años realizando por este motivo.

Solución

Los padres y madres exigen, como única solución, la ampliación del instituto Thader. Una obra prometida desde hace años y necesaria desde que se modificó la ley educativa en el año 1990; es decir, se acaban de cumplir dos décadas de este hecho.

"No pueden atreverse a tacharnos de impacientes después de 20 años de espera", se quejan sin esperar una respuesta. La base del problema está en que más de un centenar de niños de entre 12 y 14 años (primer ciclo de Secundaria) están recibiendo aún sus clases en centros de Primaria porque el Thader no tiene sitio. La consecuencia inmediata es que los colegios en los que se quedan matriculados dos años más de lo que deberían también están saturados, y que sus recursos educativos no son tan completos como en un instituto, pero niegan que su propuesta sea "sacarlos a toda costa de sus colegios".

Su lucha es tan simple como que se amplíe el Thader. Tachan a los políticos de "laxos, ineptos, inoperantes, desidiosos" y prometen el máximo ruido posible; es el único recurso que les queda "para conseguir que alguien haga algo".