La decepción ha corrido como la pólvora entre las organizaciones, administraciones y los 350 agricultores que se habían unido para conseguir para la provincia mil hectáreas de producción de algodón de las 48.000 que subvenciona la Unión Europea en España y que vuelven a quedarse íntegramente en Andalucía. La negativa del Ministerio publicada en el BOE del 20 de febrero ha caído como un jarro de agua fría también en la Universidad Miguel Hernández, cuya Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) ve ahora paralizada una investigación de dos años que había conseguido demostrar que la Vega Baja -aún sin agua y sufriendo el pedrisco en septiembre- quintuplica los resultados de Andalucía en kilos por hectárea y logra calidades similares a la egipcias, muy por encima de los estándares europeos y entre las mejores del mundo.

Se percibe impotencia y casi resignación cuando los investigadores que han liderado este proyecto desde febrero de 2008 cuentan que "se inició porque se pidieron las ayudas y el Ministerio dijo que había que hacer pruebas". Lo explican Joaquín y Guillermo Parra, quienes añaden que "ahora la investigación depende del dinero".

Si hasta ahora han sido los ayuntamientos quienes han aportado fondos para averiguar cómo sacar el mejor partido y cuáles eran las mejores variedades para recuperar este cultivo que desapareció en los 80 de la Vega Baja, ahora parece claro suponer que si no hay expectativas de conseguir las ayudas europeas y por lo tanto de dedicar terrenos al algodón, la financiación se retirará. Los resultados de la parcela experimental en Daya Nueva, por cierto, fueron inmejorables.

Producción de calidad

Queda de sobra acreditado que la producción alicantina supera con creces los resultados andaluces: "Nuestra producción mínima con la variedad que ha dado peores resultados es de 2.800 kilos por hectárea, cuando su media es de 1.200 y de mala calidad. Los que salen perdiendo son los industriales, que tendrán que importar la fibra cuando nosotros conseguimos calidad como la egipcia, la mejor del mundo", dice Joaquín Parra. No en vano, el profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña Feliu Marsal, asombrado por los resultados de la EPSO, sugirió crear una "denominación de origen".

Para más indignación del sector, a la Región de Murcia le corresponden 3.000 hectáreas subvencionadas como productor histórico, pero no las planta por el precio del agua. "Nosotros necesitamos la ayuda europea para sembrar, para cubrir los gastos de cultivo, de lo contrario no podemos competir con los precios de Brasil o China", concluye Joaquín Parra.

Disputa política

Después de que la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja) acusara al Ministerio de marginar a la provincia negándole las ayudas, el PSPV-PSOE ha culpado al Consell de haberlas pedido tarde. Desde la EPSO se aclara que el borrador del real decreto que favorece a Andalucía sí contemplaba a Alicante y tenía el visto bueno del Gobierno. Así aparece recogido en las hemerotecas andaluzas, que se hacen eco de las quejas de sindicatos agrarios como UPA-Andalucía sobre "la posibilidad de siembra en otras comunidades, como la Valenciana, provocando que las ayudas que siempre han sido para los productores históricos ahora tengan que ser compartidas".

Joaquín Parra lamentó que "el PP dice que es el PSOE, y al revés. Lo cierto es que hubo un borrador en el que venían pueblo por pueblo los 27 de la Vega, Elche y Crevillent, y que en Andalucía montaron en cólera; pensábamos que no le darían importancia, porque mil hectáreas es lo que planta un agricultor andaluz, pero al final uno de ellos ha tenido más peso que 350 nuestros".

La Universidad planeaba controlar con GPS las plagas

La Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) estaba preparando un servicio de control cartográfico de plagas para ofrecer a los agricultores que cultivaran algodón información sobre dónde se estaba detectando presencia de insectos, e incluso qué parcelas o términos municipales estaban obteniendo mayores producciones o mejor calidad de fibras. Todo ello se iba a centralizar mediante una página web y se fundamentaba en tecnología de teledetección por satélite y coordenadas GPS.

El director de la EPSO, Juan José Ruiz, explicó cuando dio a conocer el proyecto que estaba "a expensas" de que el Ministerio concediera a la provincia el permiso para cultivar algodón subvencionado por la Unión Europea. Ahora que se ha denegado, la investigación queda en el aire.