El popular y querido "Gigante Menjabollos" que vive en las profundidades de la pinada, poda los árboles y mantiene el bosque limpio volvió ayer a salir de su escondite y recorrió Guardamar para anunciar la llegada de la Navidad acompañado por la colla de Dolçainers i Tabaleters de la Agrupación Musical. A su llegada a la Plaza de la Constitución, entregó casi 400 flautas a los niños que bailaron con los cabezudos y, por la tarde, repartió mona con chocolate a los niños. Con este acto el Ayuntamiento quiere rendir homenaje a un conocido personaje de la localidad de finales del siglo XIX, que se hizo famoso por su estatura y fuerza.