El Ministerio Fiscal ha solicitado penas de prisión de entre dos y seis años a tres personas acusados de un delito de tenencia o depósito de sustancias explosivas y solicita al juzgado de Instrucción 5 de Torrevieja la apertura de juicio oral.

Los hechos se remontan al año 2002 cuando se sustrajo de la cantera de San Isidro de Cox 26 kilos en cartuchos del explosivo plástico Goma-2 Eco. Los tres encausados se repartieron entre sí los cartuchos. Un conocido de uno, al tener constancia del lugar donde se escondía parte de los cartuchos, los sustrajo. Su amigo, una vez comprobó el hurto, se deshizo a su vez de los detonadores que obraban en su poder enterrándolos en un solar años después edificado y no volviendo a saber nada ni del explosivo ni de los detonadores, siempre según la versión del Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional.

Venta

A principios de 2009 y movido por la posibilidad de obtener un lucro con su venta, la persona que robó los explosivos los escondió en un bancal de palmeras en Cox y, en compañía de su esposa también acusada, transportaron más tarde en un vehículo la mercancía a su domicilio en Torrevieja. Con ocasión del traslado y de manera inmediatamente posterior a la llegada al domicilio de la pareja tuvo lugar la intervención de los agentes de la Policía Nacional, que requisó parte de los explosivos y, al día siguiente, el resto en un paraje conocido como camino La Acequia Lo Alto, de Granja de Rocamora. Posteriormente en una casa de campo abandonada también en Granja de Rocamora se recuperó el resto de explosivos robados en 2002.