La huerta de San Fulgencio, un total de 697 hectáreas, recibe desde hace unas semanas las aguas procedentes de la estación depuradora que hasta ahora se vertían al mar a través de un azarbe. La reutilización de las aguas se produce tras la ejecución de una obra de emergencia que se inicio en junio de 2008 por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y que permite conducir las aguas residuales de la depuradora hasta el azarbe de la Reina y de ahí se distribuye por la huerta tradicional de esta localidad.

Las aguas que serán aprovechadas por los regantes -el Sindicato General de Aguas de San Fulgencio-, tras la inversión de casi 200.000 euros, representan un volumen de 670.000 metros cúbicos anuales lo que permitirá destinar 1.000 metros cúbicos por hectáreas (unas 9 tahúllas).

Caudales

Esta redotación de caudales se mezclará con la dotación actual y anual de la huerta de San Fulgencio, cifrada en 3.300.000 metros cúbicos, un caudal que no está garantizado al nutrirse el municipio de las aguas provenientes de drenajes de otras zonas más altas de huerta. Reseñar que cuando se construyó la depuradora el Consell comenzó a ejecutar la tubería para trasladar el agua a la huerta, que nunca funcionó al no terminarse y cuyo proyecto ha acabado la CHS. La obra se enmarca dentro del programa de actuaciones del Gobierno Central para combatir la sequía.